En el exterior, los autobuses escolares de Estados Unidos no han cambiado mucho en casi 100 años, y hay una razón para eso.
Una conferencia de 1939 determinó el color amarillo, el texto negro y la forma cuadrada que han llegado a simbolizar el transporte icónico de la infancia.
Los autobuses han cambiado mucho en el interior desde esa conferencia y siguen siendo la forma más segura de llegar a la escuela, aproximadamente 70 veces más seguro que un automóvil, según la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras de EE. UU.
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