Editorial Revista Colectibondi
Una de las rutas (desde hace apenas unos años convertida en Autovía – Obra que duro entre 1993 y 1999) más conocida e importante del país que une a la Ciudad de Buenos Aires con Mar del Plata y conecta al Partido de la Costa, se encuentra en un estado casi de abandono total.
AUBASA, la firma concesionaria que tiene a su cargo la Autopista Buenos Aires-La Plata y las rutas 2, 11, 56, 63 y 74 parece haberse olvidado del mantenimiento de los corredores, al menos la ruta 2, también llamada «Juan Manuel Fangio», la cual es la más utilizada por las personas que veranean en la Costa Argentina.
Revista Colectibondi recorrió el tramo desde la Ciudad de Buenos Aires hasta el partido de Las Armas por la Ruta 2 y luego el trazado completo de la ruta 74 hasta la 11.
A lo largo del camino lo único que funcionaba de forma correcta era el cobro de las cabinas del peaje (ahora con opción de Telepase) y las cámaras de fotomultas de velocidad, las cuales se encuentran ubicadas a lo largo de todo el trazado y en gran cantidad.
Pero se olvidaron de algo muy importante: el mantenimiento de la calzada, la cual pone en riesgo a cualquier vehículo aunque circule a baja velocidad.
Pasaron 9 meses de cuarentena / pandemia y el país paralizado donde se podrían haber repavimentado y puesta en óptima condición la ruta sin alterar el tránsito pero no. No se realizaron obras durante ese lapso y esperamos que ahora, durante la temporada no saquen las máquinas para «arreglar» caminos SOLAMENTE para mostrar que «trabajan» y que los veraneantes puedan ver el «avance de la obra pública» ya que complicaría el tránsito como ha sucedido en varias oportunidades.
Hace un año atrás publicamos un artículo donde remarcamos temas claves con respecto al estado de las rutas y el problema de los micros doble piso. Hoy, luego de un año, la situación no cambió.
El asfalto actualmente solo se encuentra en buenas condiciones en el tramo desde La AU BuenosAires – La Plata y unos kilómetros más. Luego, el camino se vuelve muy precario y solo en algunas partes está «en condiciones».
Tramos muy desgastados (que además generan un ruido ensordecedor en el habitáculo del vehículo), otros reasfaltados solo por las partes donde las ruedas de los vehículos circulan, es decir, «la huella» y otros directamente con ondulaciones y huellas hundidas por el paso de camiones o tránsito pesado.
Las uniones del asfalto con los puentes ¡Son un peligro! y si a eso le sumamos que las banquinas son estrechas, con mucho yuyo en algunos tramos y luego un gran desnivel de pasto hacen que un despiste pueda terminar en un vuelco fatal.
Cámaras y fotomultas
Lo que siempre funcionó en la Ruta 2 son las cámaras para multar a los conductores que circulan a una velocidad más alta que la permitida.
Los carteles de velocidad a veces no son muy claros y si bien uno circula a 80 km/h sucede que muy cerca aparece uno a 60 km/h e inmediatamente la cámara. Esta manera nos deja bien claro que se trata de una maniobra puramente recaudatoria y no de prevención de accidentes.
Por otra parte, la mayoría de los conductores (que conocen el camino) circulan a velocidades mayores a los 140 km/h en zonas donde no hay cámaras y bajan automáticamente en zonas de cámaras por lo que la efectividad para concientizar es muy baja. Faltarían radares móviles sin identificación y multas con valores altos para infractores.
VTV y vehículos en mal estado
Un clásico de las rutas son los autos en mal estado circulando a baja velocidad (y también alta en algunos casos) poniendo en peligro a terceros.
No falta tampoco el conductor que coloca bolsos y elementos atados en el techo de manera muy precaria que podrían ocasionar graves accidentes al desprenderse a altas velocidades.
Por último pudimos observar camionetas con trailers muy precarios cargados de bolsos que los llevan enganchados detrás «zigzagueando» y sin luces ni patentes.
Controles
Por temas de pandemia y COVID, hay muchos controles en lugares específicos de la ruta, cerca de pueblos o a la entrada de las ciudades balnearias. Están identificados con conos naranjas y en esas zonas se debe bajar la velocidad a 60 km/h y hasta a 40 km/h. La documentación solicitada se encuentra relacionada al vehículo (cédula verde, registro, documento, seguro, VTV (si corresponde).
Dato: Siempre tener las luces bajas encendidas aunque sea de día. (No cuenta tener solamente las DRL (Daylight Running Lamps) que traen los autos modernos).
Solamente en la entrada a las ciudades de la costa solicitan el Certificado de Verano
Recorré la Ruta 2 en Street View con imágenes actualizadas a Mayo 2015 y Abril 2019 (Depende los tramos).
Si hablamos de la ruta 74, al menos en el tramo entre Las Armas y Pinamar, la ruta es «mano y contramano» con un asfalto prolijo pero desgastado pero sin banquinas ni líneas blancas que indiquen el borde de la calzada.
Si bien el pasto está cortado y a nivel de la ruta, los carteles reflectores que hay en algunos costados del camino tienen yuyos que los tapan, producto que la máquina que corta el pasto no debe poder acercarse a esa zona del cartel. El peaje funciona y es manual (no hay Telepase) y la tarifa es de $53, un monto bajo si comparamos con otras zonas, aunque termina siendo caro cuando vemos la ruta por la cual se circula.
Además de las fotos, te invitamos a recorrerla de manera virtual con Google Maps
La Ruta 11 en el tramo entre Pinamar y Mar de las Pampas (Autovía) se encuentra bien señalizado y con una asfalto bien mantenido.
A pesar de todo, tenemos algo para destacar. Desconocemos si el automovilista es mecánico de la empresa o simplemente paró para brindar una ayuda en vísperas de Navidad pero lo cierto que pudimos capturar es a un doble piso de Rutatlántica con algún desperfecto mecánico y detras un Peugeot 408 dando una mano para solucionar el inconveniente. ¡Aplausos!
Esperamos que durante la temporada no tengamos que dar malas noticias sobre accidentes fatales en las rutas, las cuales seguramente colapsarán por la temporada de verano luego del confinamiento de casi un año.
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Fuente:
Fotos y Texto: Revista Colectibondi