El prototipo de un nuevo colectivo ecológico desarrollado por investigadores de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Manizales, que consume 33 % menos combustible que un bus convencional y que disminuye entre un 30 y 40 % las emisiones de CO2, comenzará a recorrer las calles de la capital argentina el próximo año.
El nuevo bus híbrido funcionará con energía térmica y eléctrica, es decir que su motor estará alimentado por un carburante y por electricidad, sostenido a su vez por una batería que estará sobre el techo del vehículo.
“En las frenadas y en los puntos de descenso de pasajeros el colectivo recuperará la energía que habitualmente se pierde en los buses convencionales, y cada vez que pare frente a un semáforo en rojo, el motor se apagará para ahorrar combustible”, explicó Eduardo Antonio Cano Plata, director del Grupo de Investigación en Redes de Distribución y Potencia (GREDyP) de la UNAL Sede Manizales.
Este proyecto se desarrolla de la mano con la Universidad de Buenos Aires y su Laboratorio de Electrónica de Potencia. En conjunto, se trabaja en la especialización del sistema de gestión de energía para la transformación de energía térmica, eléctrica y mecánica.
En el Laboratorio de Redes de Distribución y Potencia de la UNAL Sede Manizales se crearon las mesas de gestión de energía, en donde se simula el proceso de cambio de energía, variadores de velocidad y la potencia de los motores.
“La mesa tiene una parte de energización en donde transformamos los niveles de tensión de la red, que es de 110 a 220 voltios, a un nivel de tensión para automóviles eléctricos de 42 voltios”, puntualizó el director. Después se procesa esa energía y se convierte de corriente alterna a continua, que es la que se usa para recargar las baterías; por último, la energía pasa al inversor con el cual se mueve el motor, que simula el de los buses convencionales.
“Este prototipo de bus híbrido tiene muchas ventajas. Cuando en una ciudad plana como Buenos Aires un automóvil frena, toda esa energía se convierte en térmica por el proceso de rozamiento con el que se cierran las pastillas del freno; en este prototipo logramos que al frenar esa energía vaya otra vez a las baterías para generar una recarga, lo que hace que el colectivo tenga un rendimiento del 20 % adicional al de un carro de gas”, añadió el profesor Cano.
Reducción de emisiones
Por usar menos combustible y operar el motor en un estrecho ámbito de velocidades y cargas, los buses híbridos tienen un potencial de reducción de emisiones. Los motores pueden ser más pequeños que los convencionales, y además el “frenaje regenerativo” permite almacenar energía en las baterías, que de otro modo se perdería.
Un beneficio adicional es que “debido a que los vehículos híbridos tienen el potencial para usar menos combustible, su uso también puede llevar a menores emisiones de gas de efecto invernadero comparados con los buses que operan con diésel convencional. Los primeros híbridos en el mercado cortarán las emisiones contaminantes de calentamiento global desde un tercio hasta un 50 %”, puntualiza el docente.
Híbridos en Manizales
Después de las pruebas piloto que se realizarán en Argentina, en junio de 2020, el siguiente paso será encontrar una empresa de transporte público en Manizales que quiera invertir en un prototipo para la ciudad.
“Queremos traer este prototipo a Manizales porque, por su topografía, el bus híbrido puede presentar mayores ventajas. En nuestra ciudad, además de tener recuperación de energía en el frenado, también tendremos una alta recuperación en las bajadas, por lo cual habrá una mayor generación de energía para la recarga del banco de baterías”, aseguró.
Gracias a esta recuperación energética el rendimiento de los vehículos híbridos en Manizales será de un 32 % frente a los buses comunes.
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