Los buses tendrán que ser chatarrizados y desintegrados para que no vuelvan a circular en ninguna vía.
Con la llegada de 1.440 nuevos buses de TransMilenio, alrededor de 1.100 articulados viejos saldrán de circulación y no podrán ser utilizados nunca más para el transporte de pasajeros.
“Con estos buses viejos hay un compromiso de chatarrización y de desintegración, con los que se reemplazan los nuevos buses troncales que compramos, serían 1.160 buses que empiezan a salir y que ya cumplieron su vida útil”, manifestó la gerente de TransMilenio, María Consuelo Araujo.
La responsabilidad de desintegrar estos vehículos es de los operadores en un 50%y de TransMilenio el otro 50%.
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