Multas por no permitir viajar en micro con sombrilla o reposera

Aun así, al menos un par mantuvo carteles con la prohibición, incluso para cochecitos. Para el órgano de control, «intentan embarrar la cancha»

Pese a que la delegación local de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) ayer labró actas a cinco empresas de larga distancia por impedir a sus pasajeros transportar reposeras, sombrillas o cochecitos de bebés en las bodegas de los colectivos, otras dos firmas mantuvieron los carteles con la prohibición. Es más: las palabras «sí» y «no», que indican lo que se puede y no se puede llevar, ayer se veían remarcadas en color verde flúo, toda una ratificación de la medida. El titular del organismo con sede en la Terminal de Omnibus, Hernán Nacuzzi, afirmó que tanto firmas como choferes «intentan embarrar» la cancha, a aunque a la vez admitió que existe cierto «vacío legal» que permite tales incongruencias.

LaCapital volvió a la terminal local un día después de hacer pública la prohibición que operaba «de facto», más allá de que la CNRT aclarara que «no existe» disposición del organismo que impida transportar un cochecito, una conservadora, una reposera o una sombrilla, siempre que vayan en la bodega del ómnibus.

Desmienten prohibición de ir con reposeras en colectivos de larga distancia

«Obviamente, ninguna de esas cosas puede ir suelta dentro del habitáculo porque en caso de una frenada serían las primeras en volar y si un accidente causara un incendio, por ejemplo, obstaculizarían la salida de los pasajeros», explicó Nacuzzi.

Pero fuera de esa indicación, lo único que rige desde el año 95 por una resolución del Ministerio de Transporte de la Nación es que el equipaje permitido sin cargo en la bodega (aparte del de mano) no puede superar los 15 kilos. Así, razonó el funcionario, una sombrilla o una reposera atada a la valija o la mochila no debería estar impedida de viajar, con el «marbete» o etiqueta correspondiente.

Por eso, aseguró Nacuzzi, ayer se les labraron actas a cinco empresas que venían prohibiendo transportarlas y exhibiendo carteles con esa indicación.

Otras dos firmas mantuvieron los mismos afiches a la vista, sólo que ahora remarcados con resaltador verde flúo como para que no quedaran dudas de su política empresaria.

«Con eso están confundiendo a la gente, así que les garantizo que las actas les van a llegar», advirtió el responsable del organismo nacional.

Y no descartó que la medida pueda obedecer a «un negocio»: por ejemplo, para obligar a los pasajeros a despachar sus bultos por encomienda en provecho de las propias (o terceras )compañías.

De hecho, el funcionario aclaró que la CNRT «no tiene resolución ni incumbencia» para impedir que eso ocurra y admitió no tener duda de que existe un vacío legal al respecto. O al menos un margen de discrecionalidad que termina dejando desprotegidos a los usuarios.

Por eso, instó a los pasajeros que se vean impedidos de transportar ese tipo de equipaje (dentro de márgenes «razonables») a que se acerquen al puesto de la CNRT ubicado en el sector central de la Terminal Mariano Moreno para formular la denuncia o, en caso de vivir esa situación sobre la plataforma, buscar a uno de los inspectores del organismo que trabajan diariamente allí.

Incluso, el directivo recordó que por cualquier problemática vinculada al transporte de larga distancia los usuarios pueden comunicarse con la línea gratuita 0800-333-0300.

Desde el organismo, prometió Nacuzzi, «los vamos a acompañar porque estamos para eso.»

Sin embargo, más allá de las advertencias del funcionario nacional, ayer los relatos de pasajeros y conductores de larga distancia sobre el tema marchaban por otra vía.

«La CNRT no nos permite transportar esas cosas por una disposición nacional, si los dejo nos hacen una multa: así de simple», contó un chofer de Flash SRL, una empresa chárter que salía de la estación rumbo a Córdoba.

Varios pasajeros que ya habían hecho el trayecto inverso (de Córdoba a Rosario) relataron por su parte que antes de salir de la ciudad mediterránea desde la empresa les advirtieron que no podrían traer sus reposeras a bordo.

Y otras viajeras que acababan de llegar desde Canasvieiras, Brasil, en un micro de la firma Break contaron que el año pasado les permitieron llevar las reposeras embaladas con papel plástico junto a las valijas, mientras que este verano las obligaron en cambio a separarlas. Tira y afloje mediante, al final también lograron transportar las sillitas en la bodega.

Un referente de una de las dos empresas que ayer mantuvieron los carteles bien visibles con la prohibición sostiene la normativa en favor de la «equidad de los pasajeros», porque «50 personas no pueden llevar conservadoras por una limitación obvia de espacio».

Y por ende sólo permiten trasladar un bolso, valija o mochila de hasta 15 kilos, tal como estipula la norma del Ministerio de Transporte de la Nación desde hace largos años.

No, pero quizás

Aun así, reconoció que «el tema no está muy regulado» y por eso existe un margen de discrecionalidad que hace, por ejemplo, que en el cartel de los «no» transportables figuren los cochecitos, cuando se trata de algo imprescindible si se viaja con un bebé.

Con todo, y aunque defendió la posición de la compañía, reconoció que si en la bodega del colectivo quedara espacio después de «priorizar» el equipaje permitido para todos los pasajeros, sombrillas, reposeras o conservadoras podrían finalmente viajar.

Fuente:

La Capital

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