Unen La Plata y el Oeste del GBA con Capital. La huelga es por tiempo indeterminado.
Desde la medianoche y por tiempo indeterminado, las líneas de colectivo 143 y 129 realizan un paro total que afecta a los 15 ramales que cubren entre ambas. La huelga es en reclamo de que se garanticen los puestos de trabajo, frente a la quita de circulación de muchas unidades.
De acuerdo a la información que los delegados de las dos líneas, nucleados en la Unión Tranviarios Automotor (UTA), solamente se encuentra operativa una cantidad de colectivos que apenas alcanza al 20% del total de las flotas, que debieran estar en funcionamiento.
«Hay 600 familias en peligro de perder la fuente de trabajo en ambas líneas del ex Grupo Plaza», agregaron, al tiempo que advirtieron que son «decenas de miles» de personas las que se ven afectadas por la reducción del servicio.
La línea 143 tiene siete ramales que cubren una zona muy extensa de la ciudad de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires, comprendida por Tapiales, Villa Lugano, Constitución, Correo Central y Retiro. La 129, en tanto, abarca ocho recorridos entre Retiro, Congreso, Plaza Miserere, Constitución, Florencio Varela y La Plata.
Según manifestaron los representantes de la UTA, la medida de fuerza perdurará hasta tanto la empresa ponga en funcionamiento las unidades que corresponden, o que asuma un compromiso cierto de hacerlo en el menor tiempo posible
No es la primera vez que una de esta líneas interrumpe sus actividades en señal de protesta por las malas condiciones de los coches. Hace poco más de dos semanas, la 129 paró su recorrido para exigir «el cambio o arreglo de las unidades en mal estado«, alegando que existen riesgo de accidentes.
Ya en esa oportunidad, miles de pasajeros que toman el servicio para llegar a la Ciudad desde La Plata, Berazategui y Florencio Varela, quedaron varados en sus puntos de destino por la falta de colectivos.
Las líneas 143 y 129 pertenecen al ex Grupo Plaza, que estuvo por décadas en manos de los hermanos Cirigliano, los mismos que tenían a cargo la línea Sarmiento cuando sucedió la tragedia de Once (el próximo martes 22 se cumplen seis años). Por ese fatal desenlace, que se cobró la vida de 51 pasajeros, entre ellos una embarazada, se los señaló como responsables por entender que la línea prestaba servicio «en un deplorable estado de mantenimiento».
Con los colectivos la situación parece no haber distado demasiado, reduciendo cada vez la cantidad de internos en servicio, y con ello, empeorando la frecuencia sin retorno.
A principios de este año la compañía de transporte de pasajerospasó a manos de Marcelo Zbikoski, un empresario misionero que en la práctica está al frente desde hace un año, pero que hasta el momento, según los trabajadores de la ex Plaza, no ha cambiado nada.
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