Los choferes reclaman medidas de seguridad tras la muerte de un mecánico.
La línea 60 de colectivos, que traslada a unos 250 mil pasajeros por día, ayer permaneció paralizada por sexto día, a raíz del reclamo de los choferes por mayor seguridad, tras la muerte de un mecánico en la terminal de Barracas. Mientras, la empresa aseguró que ocurrió por “hechos fortuitos y errores humanos”.
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La compañía a cargo del servicio, Monsa, y los trabajadores cruzaron acusaciones sobre las medidas de seguridad. La firma publicó una solicitada titulada “El lamentable accidente en Monsa”, firmada por su director, José Antonio Santoli, en la que manifestó sus condolencias a la familia del trabajador, quien murió el viernes aplastado por una unidad que reparaba. “El infortunado suceso ocurrió por una serie de hechos fortuitos y errores humanos que nada tienen que ver con fallas de las instalaciones ni de las condiciones de seguridad de la empresa, como maliciosamente se ha pretendido difundir por parte de los delegados”, indicó el texto. Y agregó que la terminal donde se registró el hecho “es nueva, construida con la más moderna tecnología”.
Por su parte, los delegados afirmaron que el deceso del mecánico se debió “a desperfectos técnicos previamente denunciados, ahora clausurados por la Superintendencia de Riesgos del Trabajo y por la Subsecretaría de Trabajo de la Ciudad”.
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El delegado Néstor Mercolin amplió la denuncia: “Ayer se hicieron las inspecciones en las cabeceras, en las que se sacaron de circulación 18 coches y se inhabilitaron dos ascensores, uno de los cuales mató a nuestro compañero en Barracas, y no tenemos las actas, no tenemos información”.
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