«No quiero que me maten arriba de un colectivo»

Lo dice Alan (24) el chofer de la Línea 1 que esta madrugada fue víctima, junto a sus pasajeros, de un violento atraco.

“Por ahora voy a continuar…, pero si las cosas no cambian, me bajo y no sigo más. Tengo 24 años y soy padre de un hijo. Ser chofer me gusta y me atrae todo lo que es manejar. Pero no quiero morir por un asalto arriba de un coche. Prefiero laburar haciendo otra cosa”, sentencia Alan con asombrosa tranquilidad.

La reflexión de Alan no es caprichosa. Hace dos años que se gana la vida como colectivero y durante ese tiempo ya sufrió cuatro robos. El último (y el más grave) ocurrió esta madrugada cuando cinco delincuentes armados con pistolas y cuchillos tomaron por asalto un micro de la Línea 1, que él manejaba.

En cuestión de segundos, los rufianes desataron un infierno. Alan soportó el cañón de un arma apuntando a su cabeza. Y los pasajeros fueron despojados de dinero, teléfonos celulares y otras pertenencias.

“¡Empiecen!”

* “Hoy salí como siempre a las 5.10 con la vuelta. Y alrededor de las 5.20 en barrio Acería, en Cafferata y Larrea, me hacen señas unos chicos. En ese momento uno está concentrado en el trabajo y no pensé que me iban a robar”, narró Alan en diálogo con El Litoral.

“Paro, y el primero que subió al micro me agarra del cuello y me apunta a la cabeza con un arma. Me dice ‘quedate quieto porque sino te mato’. Después les dice a sus compinches (cuatro en total) “¡Empiecen!”.

“Ahí subieron los otros y comenzaron a asaltar a todo el pasaje. Yo venía con todos los asientos ocupados y un par de personas paradas. Es decir, cerca de 25 personas. Imaginate que a esa hora (5.20) hay mucho pasaje, gente que va a trabajar y se encuentra con estos malditos que salen a hacer daño”, reveló.

“Los tipos arrebataron a todos los que tenían bolsos o carteras. Yo vi que se llevaron teléfonos celulares, billeteras y otras cosas. Había gente escuchando música con sus celulares y bueno…, a esos también los robaron”, precisó.

Ya en tren de conjeturas el trabajador indicó que “nosotros tenemos una custodia que es de la línea, pero me dio la impresión de que estos malandras ya sabían eso. Ahora pienso que quizás unas cuadras antes alguien les avisó que en ese momento venía sin custodia”.

Portación de “cara”

Pero aparte del robo, Alan debió soportar algo insólito.

Es que una vez que los delincuentes se dieron a la fuga algunos pasajeros lo acusaron de ser “culpable” de lo ocurrido.

* “Durante el robo todos se quedaron callados. Pero cuando estos tipos se bajaron comenzó el ‘quilombo’. Algunos pasajeros me quisieron echar la culpa. Me acusaban porque yo había parado para que suban estos tipos.

Yo soy un chofer, y el chofer debe parar en todas las esquinas. Lo único que no hacemos es parar a mitad de cuadra. Yo no puedo evaluar a las personas por sus rostros o su aspecto, ése no es mi trabajo. Si vamos a hacer ‘portación de cara’ entonces no puedo levantar a nadie. Te pueden roban acá, en la Costanera o en cualquier barrio”, sentenció.

De los delincuentes se supo que tendrían entre 17 a 24 años. “El que me encañonó estoy seguro de que era menor. Todos actuaron a cara descubierta. Y la policía llegó muy rápido”, dijo.

“Si esto no cambia, me bajo”

Por último Alan sostuvo que “esta no es la primera vez que me roban. La primera y la segunda vez fue en otra línea. Se subieron y pagaron el boleto. Se fueron para atrás y cuando estaban por descender arrebataron a algunos pasajeros. “Hace dos años que soy colectivero. Ser chofer me gusta…., me atrae todo lo que es manejar. Por ahora voy a seguir, pero si las cosas no cambian, me bajo y no sigo más. Tengo 24 años y un hijo. Y no quiero morir por un asalto arriba de un coche”, cerró.

Fuente:

El Litoral

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