El concepto de Buser, nació en Brasil en 2016, cuando Marcelo Abritta necesitaba desplazarse con más de 30 personas entre dos ciudades brasileras y descubrió que resultaba más económico alquilar un autobús de 48 plazas y tenerlo detenido mientras llegaba la fecha de regreso, que comprar los treinta tiquetes en una empresa que operaba la ruta de su interés. Descubierto eso, inició el trabajo de evaluar los costos en diferentes empresas y líneas.
Hace pocos días, Buser anunció que había logrado gracias a una ronda de inversiones Tipo C (cuando la empresa pasa de la etapa de maduración a la de crecimiento y decide dar un paso más ambicioso), logrando nuevos recursos por $700 millones de reales (cerca de 138 millones de dólares), provistos principalmente por el fondo de capital de crecimiento orientado al impacto social LGT Lightrock y otros fondos que ya han participado como aportantes de recursos como Softbank, Valor Capital Group, Globo Ventures y nuevamente Canary.