Hay pocos lugares fuera de un escenario más relacionados con la música en directo a escala internacional que los tour buses (también conocidos en inglés por el nombre de nightliner). Diseñados para albergar y transportar a equipos humanos de hasta 18 personas (los hay con más capacidad, pero este es el máximo estándar), los autobuses de gira se diseñaron para funcionar como hotel y medio de transporte al mismo tiempo.
Debido a la necesidad de trasladar al máximo número de personas en el menor tiempo posible y al menor coste posible, los autobuses de gira son uno de los servicios más solicitados por las bandas profesionales a la hora de encarar un tour por Europa, Estados Unidos, Sudamérica o Asia.
Lógicamente, a la hora de hacer los cálculos, las grandes agencias de management tienen que estar seguras de que van a amortizar el gasto que el alquiler de un autobús de este calibre supone (unos 1.000 € al día + gasolina + peajes), de tal forma que si una banda no va a meter a un número importante de personas cada noche en una gira de 4 ó 5 semanas, no compensa arriesgarse a un desembolso de estas características.
Para hacer un cálculo rápido y bastante ajustado con la realidad:
- Si tu banda va a estar de gira 6 semanas por Europa o Estados Unidos y no estás seguro de meter a más de 1.000 personas por noche, todas las noches de la gira, es mejor que vayáis en furgoneta.
- Si de esas 6 semanas calculas que vas a meter a 1.000 personas el 30% de las noches y el 70% de las noches restantes vas a vender muchas menos entradas que ese número, todavía te sigue interesando más una furgoneta.
- Si la mayoría de noches de una gira tu grupo logra congregar a más de 1.000 personas por noche, es hora de plantearse el alquiler de un autobús de gira, siempre y cuando las distancias entre ciudades no permitan recorrer el trayecto durante el día del concierto.
- Si tu banda llena estadios o pabellones de deportes, es probable que ni tan siquiera estés leyendo esto y hayas decidido ya por ir en avión a los sitios. A veces incluso en tu propio avión.
Los autobuses de gira han evolucionado mucho desde que se inventaran las giras en los años 60 y grupos como los Rolling Stones se repartían como podían en los rígidos asientos de los autobuses de línea de la época, nada preparados para trasladar a un grupo de rock.
Hoy en día, los tour buses son una perfecta combinación entre un autobús y una casa, con todos los lujos y ventajas de ambos mundos: literas, salones con asientos de piel, cocina, baño, ducha, frigorífico, pantallas planas, embellecedores de madera, wi-fi, videojuegos y demás comodidades destinadas a entretener durante el viaje.
Normalmente se intenta buscar la discreción a la hora de viajar, ya que un autobús de gira también significa que encierra dinero en metálico (de lo que se saca en los conciertos), instrumentos, ordenadores personales, tabletas, teléfonos móviles… Hay una regla no escrita en una gira: un tour bus nunca, jamás, se queda solo. Siempre hay alguien dentro de él. Es la única forma de evitar robos.
Las bandas grandes suelen llevar muchos autobuses para casi cualquier cosa: técnicos, azafatas que se encargan de los stands de las marcas, cocineros, asistentes, etc. Los miembros de la banda y su equipo más próximo suelen ir en avión y dormir en hoteles. Es el último escalón de la pirámide.
Obviamente, el auge del branding (una banda = una marca) ha terminado por transformar algunos autobuses de gira en anuncios rodantes que recorren cientos de miles de kilómetros y son vistos por cientos de miles de personas.
Algunos autobuses de gira son de dos pisos y otros son más simples, de una sola planta. Y algunos, como los que os mostramos en estos vídeos, están customizados al gusto del cliente.
El Bus de Katy Perry
El bus de Megadeth
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