Kölner Verkehrs-Betriebe (KVB) ha logrado un hito importante en su programa Smart City KVB con la inauguración de su nueva estación de autobuses eléctricos en Porz el 17 de marzo de 2024. Esta estación, que alberga más de 100 autobuses eléctricos , representa un paso fundamental hacia la empresa. objetivo de hacer la transición de toda su flota de autobuses a sistemas de propulsión alternativos para 2030.
Se ha finalizado la primera fase de construcción de la cochera de autobuses eléctricos , coincidiendo con la conversión de varias rutas de autobús de funcionamiento diésel a eléctrico (rutas 160, 161, 162, 165 y 166). En la ceremonia de inauguración participaron el Ministro de Transportes, Oliver Krischer, la directora ejecutiva de KVB, Stefanie Haaks, el concejal de Movilidad de la ciudad de Colonia, Ascan Egerer, y la alcaldesa del distrito, Sabine Stiller.
Inaugurada la estación de autobuses eléctricos de KVB en Porz
La nueva estación de autobuses eléctricos del KVB se encuentra en la Kaiserstrasse de Colonia-Porz, no lejos de la parada de DB “Porz Rheinland” y de la parada de KVB “Porz Markt”. El terreno de 63.000 metros cuadrados, equivalente a unos nueve campos de fútbol, es el corazón de la antigua sede de Dielektra y ha permanecido en barbecho durante unos 20 años. Mientras Dielektra (antes Meirowsky AG, más tarde Siemens) fabricaba aquí transformadores y aisladores para la industria eléctrica, KVB trae ahora una nueva innovación a Porz. El depósito está diseñado únicamente para el «alojamiento» de autobuses eléctricos .
Además de las clásicas zonas de aparcamiento, la estación de autobuses eléctricos comprende principalmente la infraestructura de carga para autobuses eléctricos, un taller y una instalación de lavado, así como un edificio de servicios de transporte. La Rheinische Netzgesellschaft (RNG) también está construyendo aquí una estación transformadora.
La nueva estación de autobuses eléctricos de KVB se centra en los cargadores
La empresa hermana de KVB, RheinEnergie, suministra actualmente la corriente alterna necesaria a través de dos líneas de 10 kV. Éste se registra en la estación de transferencia y se reparte entre las “necesidades propias” de la estación (taller, edificio de servicios de transporte, etc.) y la infraestructura de carga de la empresa de autobuses. En dos edificios transformadores, la corriente alterna de 10 kV se transforma a 750 V, se distribuye a los cargadores y estos la convierten en corriente continua. A continuación, los flujos de corriente se distribuyen a través de cables a lo largo de los travesaños a las capotas de carga, pudiendo cada cargador controlar dos capotas de carga.
Los autobuses eléctricos se estacionan al aire libre y se cargan allí a través de la infraestructura de carga. La inspección, el mantenimiento y las reparaciones se realizan en el taller. Este edificio también alberga las salas sociales de los empleados. Los autobuses se limpian exteriormente en el lavadero de coches vecino.
La infraestructura de carga del depósito, suministrada por RheinEnergie, desempeña un papel central a la hora de facilitar procesos de carga eficientes para los autobuses eléctricos. Los conductores interactúan con el sistema de carga a través de pantógrafos, lo que garantiza una integración perfecta de los autobuses en la red de carga.
Sobre subvenciones y autobuses cero emisiones
La directora general de KVB, Stefanie Haaks, agradeció al estado federado de Renania del Norte-Westfalia su compromiso con la transición de la conducción: “ KVB invertirá alrededor de 35 millones de euros en la nueva estación de autobuses eléctricos . De esta cantidad, el estado federado de Renania del Norte-Westfalia aporta alrededor de 12,2 millones de euros. Sin este apoyo, no podríamos gestionar la transición a sistemas de propulsión alternativos. Juntos estamos creando la base para la protección del clima en el sector de la movilidad”. Ahora, el fin de las subvenciones federales para la compra de autobuses eléctricos deja espacio para interrogantes sobre el futuro desarrollo de la transición energética en el país .
Haaks añade: “Espero que el gobierno federal encuentre una solución constructiva y también que la próxima conferencia de ministros de transporte impulse una solución temprana. Las empresas de transporte necesitan estas subvenciones para alcanzar los objetivos de protección del clima . La protección del clima es una tarea económica y, por lo tanto, no puede confiarse exclusivamente a las empresas”.
