La historia del mítico colectivo «La Lujanera»

La mítica línea era usada por muchos vecinos del Oeste para ir a trabajar y a Luján, pero tras varios cambios de concesiones se fraccionó y murió para siempre.

Más allá de ser un transporte público más, los colectivos a veces pueden marcar mucho la vida de las personas, ya sea por las anécdotas durante sus viajes o los lugares que conectan y los recuerdos que ellos traen. Este es el caso de la extinta línea 52, conocida popularmente como «La Lujanera» en el Oeste.

Este ramal no solo era utilizado para ir a trabajar o hacer trámites, sino que era particularmente aprovechado por los jóvenes de los partidos de Tres de Febrero, La Matanza, Morón, Ituzaingó, Merlo y Moreno para asistir a los boliches de General Rodríguez, Luján y Mercedes, por ejemplo, durante toda la segunda mitad del siglo XX.

Tal uso se debía a que todos sus ramales circulaban casi de forma íntegra por la Avenida Rivadavia y partían desde la Plaza Miserere, en el barrio porteño de Once, o la estación de Liniers del Tren Sarmiento, a excepción de algunos que tomaban la Avenida Gaona (actual Presidente Perón) o la Ruta Nacional número 7, antecesora del Acceso Oeste.

La Lujanera se inauguró en 1944 administrada por una corporación conocida como GOAL, que en la época del peronismo pasó a llamarse 17 de octubre, y por algunos años se asoció con la firma desaparecida La Florida. Como sus antiguos dueños eran españoles, se adoptaron los colores rojo, amarillo y plateado para plotear las unidades y se colocó las siglas TALSA en referencia a Transportes Automotores Luján Sociedad Anónima.

Esta última compañía mantuvo su concesión durante su periodo dorado, en la que sus choferes afirmaban que llevaban casi un millón de pasajeros al mes a través de sus 11 recorridos. Sin embargo, desde la década de 1990 muchas organizaciones de colectivos entraron en crisis y TALSA tuvo que vender el 52 a la Empresa Línea 216, que incorporó un servicio entre Once y el Cruce Castelar.

En 1999 pasó a manos del Grupo Roggio y Metrovías, que decidieron cambiar las formaciones y pintarlas del mismo color que los de los subtes: amarillo con franja gris plomo a lo largo de la carrocería. A su vez, añadieron un ramal a Retiro tanto por Rivadavia como por la autopista que salían de General Rodríguez y Morón, respectivamente.

Para 2002, la gran crisis que atravesaba el país hizo que esta última firma abandone la línea y quede «a la buena de Dios», con una cooperativa de choferes intentando que sobreviva comprando unidades de piso bajo pintadas de amarillo con franjas grises en diagonal, todas ellas usadas. El servicio de Luján a Once fue eliminado y apenas quedaron en pie tres de ellos.

Luego de 13 meses sin que los trabajadores cobren sueldos y aguinaldos, colectivos en muy mal estado y con la falta de apoyo gubernamental para sostenerla, La Lujanera murió en abril de 2003. Lo curioso es que uno de sus internos, el Mercedes Benz 1.114, quedó en manos de un tambero que lo reconvirtió en un medio de transporte para su labor después de grandes inundaciones que sufrió su campo, con motor y transmisor originales.

 

Fuente:

ViviElOeste

Artículos Relacionados

Redes Sociales

212,157FansMe gusta
21,464SeguidoresSeguir
9,036SeguidoresSeguir

Últimas Noticias

spot_img
error: Contenido Protegido