El actor y humorista, de 97 años, había sido internado en el Sanatorio Güemes tras sufrir una descompensación. Luto en el mundo del espectáculo
Este jueves, el animador infantil había comenzado a sentirse mal. Ante su dolencia, su familia lo llevó hasta esa institución donde los médicos que lo examinaron decidieron dejarlo en observación y realizarle estudios.
En Agosto, en coincidencia con su cumpleaños número 97, La Línea 39 lo homenajeó con una placa y escultura en la termal de Chacarita
La Línea 39 homenajeó a Carlitos Balá con una escultura iluminada de él en el frente de la Terminal
Luego su representante, Maximiliano Marbuk, comentó sobre el estado de salud de Balá: «Tuvo mareos en su casa, lógico de su edad, y lo llevaron al sanatorio. Los médicos decidieron dejarlo en observación y hacerles los estudios correspondientes que por suerte dieron bien».
A las pocas horas de su internación, sin embargo, su estado se agravó y finalmente falleció, según confirmó su nieta Laura Gelfi a este medio.
«Estamos devastados pero unidos y así se fue él, con la familia unida y mucho amor», dijo con tristeza la joven sobre la partida de su abuelo.
QUIÉN FUE CARLITOS BALÁ
Carlos Salim Balaá Boglich nació en Buenos Aires, el 13 de agosto de 1925. Más conocido como Carlitos Balá, fue un humorista, actor, músico y presentador, con más de medio siglo de trayectoria artística, en su mayoría dedicada al show infantil.
El «Show de Carlitos Balá» forma parte de la memoria colectiva de millones de argentinos. Realizó, además, espectáculos en radio, televisión, cine, circo, y teatro.
Siempre fue muy gracioso y también muy tímido. Para vencer el miedo escénico hacía bromas en el colectivo de la línea 39. Una vez contó que, por aquellos años, participó de un concurso de humor y lo ganó, pero por miedo a la reacción de su familia usó un nombre falso. Su padre estaba escuchando la radio, pero no lo reconoció. Pronto comenzó a trabajar en la radio.
Con mucha tristeza despedimos a Carlitos Bala, nuestro pasajero más famoso, quien inició su carrera en nuestros colectivos. ¡Hasta siempre Carlitos! pic.twitter.com/kC1GozUFkH
— Transportes Santa Fe (@linea39) September 23, 2022
Choferes, vecinos y fanáticos dejan flores y mensajes en la placa homenaje a Carlitos Balá de nuestra terminal de Chacarita #HastaSiempreCarlitos pic.twitter.com/t7ydIY4SjN
— Transportes Santa Fe (@linea39) September 23, 2022
Sus comienzos fueron en la radio integrando el famoso trío cómico Balá, (Jorge) Marchesini, (Alberto) Locati. Presentado por Antonio Carrizo en Radio El Mundo, el grupo tuvo gran popularidad hasta 1960. Luego vino la televisión en La revista dislocada, junto a Délfor Dicásolo.
A partir de Canuto Cañete, conscripto del siete, que tuvo diferentes versiones, participó en 18 películas: El tío disparate, Esto es alegría y Qué linda es mi familia, entre otros.
De vasta trayectoria, en 2016, a los 91 años, visitó al papa Francisco en la Ciudad del Vaticano y fue declarado en Roma «Embajador de la Paz». El reconocimiento fue otorgado por la Red Voz por la Paz.
«¿QUÉ GUSTO TIENE LA SAL?»: SU FRASE MÁS FAMOSA
La frase más famosa, la que «se viralizó» en tiempos donde no había redes sociales fue: «¿Qué gusto tiene la sal?» Esa a la que todos los chicos respondían al unísono: ¡¡¡Salaaaado!!!
La idea nació en 1969, en una tarde tranquila en Mar del Plata. Un chico lo miraba atento y Balá haciendo como que no lo veía preguntó varias veces en voz alta: «¡El mar! ¿Qué gusto tendrá el mar?» El nene permanecía silencioso y el siguió: «Ahhh, el mar tiene gusto a sal. Pero, ¿qué gusto tiene la sal?» Y antes de salir corriendo el chico le respondió. «¡Pero, qué gusto va a tener la sal! ¡Salada!» Y así nació un éxito que atravesó cuatro generaciones.
¡Inédito! Carlitos Balá y las anécdotas de sus inicios humorísticos en la Línea 39
Estas frases y muchas más están incluidas en el libro Aquí llegó Balá: la fabulósica vida de Carlitos, donde se cuenta su vida, infancia, juventud y su consagración como artista popular.
EL CHUPETÓMETRO, OTRO DE LOS INVENTOS ICÓNICOS DE CARLITOS BALÁ
Balá también inventó el «chupetómetro», un recipiente cilíndrico de dos metros de largo donde cientos de chicos depositaban sus chupetes.
«Nunca los conté, ojalá lo hubiera hecho, porque hubiera entrado en el Guinness. Dos, tres millones, qué sé yo», dijo sobre la cantidad de niños que dejaron su chupete allí.
Fuente:
Línea 39