Desde los comienzos del transporte público en nuestro país, las unidades siempre tuvieron un toque distintivo puesto por su dueño o chofer (o ambos) con el fin de llamar la atención y «levantar más pasajeros».
La competencia sana entre camioneros y dueños de carros se acentuaba en los filetes y frases.
El filete nació en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, hacia fines del siglo XIX como un sencillo ornamento para embellecer carros de tracción animal que transportaban alimentos y con el tiempo se transformó en un arte pictórico propio de esa ciudad, hasta tal punto que pasó a convertirse en el emblema iconográfico que mejor la representa.
Generalmente se incluyen dentro de la obra, frases ingeniosas, refranes poéticos o aforismos chistosos, emocionales o filosóficos, escritos a veces en lunfardo, y con letras ornamentadas, generalmente góticas o cursivas.
Muchos de sus iniciadores formaban parte de las familias de inmigrantes europeos, trayendo consigo algunos elementos artísticos que se combinaron con los del acervo criollo, creando un estilo típicamente argentino.
COLECTIVOS PERSONALIZADOS
Con la llegada de los colectivos a fines de la década del 20, los accionistas / dueños, que en la mayoría de las veces eran choferes de sus unidades, decoraban las mismas con filetes y piezas cromadas. Cada unidad era distinta a otra, incluso siendo parte de la misma empresa. Ese grado de personalización y tunning llevaba dos objetivos: el primero era que el dueño / chofer se sintiera cómodo en su «oficina móvil» y el segundo era llamar la atención de los potenciales pasajeros para «ganarse el mango» al cortar los boletos.
Y había uno más. Era esa «competencia» entre unidades para ver quién la tenía más ornamentada, limpia y llamativa.
Este llevó a que esta «tradición», con el paso de los años (y el recambio de unidades), se mantenga en el tiempo y que los choferes continuaran con ese fanatismo que comenzaron esos pioneros al volante…
Y la tradición continuó, aunque cada vez en menos unidades ya que muchas empresas fueron absorbidas por grandes grupos empresarios y los ornamentos y detalles desaparecieron, haciendo que esas flotas se vean monótonas sin lugar a una mínima personalización.
Las Líneas y empresas tradicionales independientes mantienen esa tradición y es por eso que sus unidades (o algunas de ellas), se las ven «famosas» (tunneadas), con fletes, luces y siempre brillantes.
La Línea 109 es una de las más conocidas por personalizar sus colectivos y tenerlos en un estado único.
Hay otras que si bien no llegan a ese extremo, poseen alguna que otra unidad, seguramente manejada por un chofer fanático, que, a ojos de un busólogo o curioso, se la ve diferente al resto de la flota, ya sea por una luz diferente, o un interior tapizado o con espejos tallados.
El ingenioso comentario sobre un colectivo “Famoso” de una pasajera en Instagram
Ese tipo de unidades son las que asisten a eventos y exposiciones de colectivos desde que comenzaron a realizarse de manera pública a mediados de 2007 y que hoy en día pueden juntarse unas 400 unidades de diversas Líneas y empresas en un solo lugar. ¡Un sueño cumplido para todo fanático!
Pero todo ese fanatismo tiene un costo. Además del tiempo que lleva colocar cada pieza y detalle en su lugar y mantenerlos día a día limpios y ordenados, la «fama», como le dicen quienes son choferes o dueños y «arman» sus colectivos, tiene su costo.
¿CUÁNTO SALE «TUNNEAR» UN COLECTIVO DE LÍNEA?
Hay cientos de productos que se le pueden sumar a un colectivo para dejarlo en estado «Famoso». Espejos tallados, tazas cromadas, bandalines, paragolpes cromados, uñas cromadas, cubretuercas, volantes nacarados, lámparas led, violeteros, estéreos y parlantes, tapizados de cuero, perillas, alfombras, insignias, cromados extras y perfumes.
La lista sigue, pero vamos a hacer una cuenta rápida con algunos de estos elementos según los valores de mercado actuales.
(Aclaramos que los valores difieren según el modelo/marca del fabricante, el proveedor, la logística y la suma total dependerá de cuán famoso se quiere (y se puede) ser.
TAZAS: Dos delanteras + Dos traseras: $236.806 pesos
En el caso de un colectivo articulado, hay que sumar dos traseras más y el valor se incrementa.
BANDALINES: 4 unidades: $11.724 pesos
CUBRETUERCAS: 10 unidades por rueda suman 40 unidades en total: $19520 pesos
ESTEREO: Con CD / MP3 + transformador de 24v: $9.550 transformador + $31.899 Estereo = $41.449
PARLANTES: 2 unidades: $10.799
A estos productos hay que sumarle el trabajo del fileteador (dependerá del tamaño, complejidad y cantidades a realizar), el tapizador de interiores (techo y piso), y la aplicación del nacarado al volante por mencionar alguno de los trabajos personalizados. Un estimado en valor por todos estos ítems con productos más la mano de obra puede rondar unos $60.000 pesos iniciales (y de ahí hacia arriba según lo que se quiera agregar)
Si hacemos la cuenta final:
TAZAS: Dos delanteras + Dos traseras: $236.806 pesos
BANDALINES: 4 unidades: $11.724 pesos
CUBRETUERCAS: 10 unidades por rueda suman 40 unidades en total: $19520 pesos
ESTEREO: Con CD / MP3 + transformador de 24v: $9.550 transformador + $31.899 Estereo = $41.449
PARLANTES: 2 unidades: $10.799
TRABAJOS ARTESANALES: $60.000
TOTAL: $380.298 PESOS
Aclaración: El importe publicado surge del relevamiento realizado al día de publicación de la nota (12/07/2022) y contiene solo los ítems descriptos.
No tenemos relación con los vendedores ni fabricantes. Solamente mencionamos como referencia los valores publicados en Mercadolibre de diversos comerciantes. El valor de los productos no incluye instalación.
Para concluir, «ser famoso» cuesta no solo en el tiempo que demanda para mantener la unidad en óptimas condiciones sino también a nivel monetario ya que con solo sumar algunos ítems, el valor roza los $400.000 pesos argentinos, unos U$S 1480 si tomamos el valor del Dolar a la cotización de hoy ($270 pesos).
El Tunning no tiene límites ni precio…Si pensamos en un colectivo con TODAS sus piezas, estaríamos superando el millón de pesos.
Y eso no es todo. El valor de los artículos puede superar al valor de una unidad radiada de servicio con 10 años de antigüedad como es el caso de este Agrale MT15 de 2012.
Por suerte, aún se ven «famosos» prestando servicio en las calles porteñas y por $18 pesos se puede tener el lujo de hacer un viaje corto y disfrutar de la unidad.
Fuentes consultadas:
Mercadolibre
Talleres / Artesanos
