Catorce muertos, cerca de 30 desaparecidos y unos 90.000 evacuados es el resultado provisional de una tormenta de agua que el viernes anegó Buenos Aires. Más de 150 kilómetros cuadrados permanecen inundados, y el presidente Raúl Alfonsín, que había viajado a provincias, no pudo regresar a la capital ante el corte de las carreteras y el cierre de los dos aeropuertos porteños. Son las peores inundaciones en Argentina en lo que va de siglo. El meteoro comenzó a inquietar en la noche del jueves.
Dada la violencia de las precipitaciones del jueves y del mediodía d el viernes, el caos se había apoderado de la capital federal tras 24 horas de lluvias ininterrumpidas.Cuando las columnas de los pluviómetros alcanzaron los 306 milímetros (récord en los últimos 100 años) se desbordó el arroyo Maldonado, que corre entubado bajo la ciudad; la avenida Juan B. Justo, gran diagonal que divide en dos la capital federal, quedó convertida en un canal con trechos de hasta dos metros de agua. A su vez se reproducían las multidivisiones entre los distritos que conforman el Gran Buenos Aires y entre éstos y la capital.
A media mañana de ayer el Ministerio de Educación bonaerense suspendió las clases en los colegios y ordenó la retención de los alumnos en las escuelas hasta que pudiera garantizarse su traslado a sus respectivos domicilios. La banca y las oficinas del Gobierno comenzaron a cerrar sus puertas ante la ausencia forzada de la mayoría de sus empleados, y por el centro de Buenos Aires se empezó a navegar con botes.
Los 14 muertos contabilizados hasta la mañana del sábado lo fueron principalmente por electrocutamiento, al caer sobre las calles líneas de alta tensión y rayos, y en menor medida por ahogamientos. Dos hermanas de 11 y 10 años perecieron al ser succionadas por una boca de alcantarilla destapada; tal fue la fuerza de la inundación urbana. El número de desaparecidos -esa maldición de la vida argentina- es aún incierto dada la interrupción de las comunicaciones y el aislamiento telefónico, pero se estima que se aproxima a una treintena de casos fatales. El 75% de la red telefónica y de los suministros de gas y electricidad quedó desactivado.
Los regimientos de Infantería del Primer Cuerpo de Ejército permanecen movilizados para tareas de evacuación y asentamiento que ya alcanzan a unas 90.000 personas. En un quiebro de la reciente historia argentina, se han habilitado las instalaciones de la Escuela de Mecánica de la Armada, símbolo del horror de la dictadura militar. Ciento cuarenta kilómetros cuadrados en los aledaños de la capital federal permanecían el sábado bajo las aguas.
En 2008 la zona continuó inundándose
En 2010 volvió a inundarse la clásica esquina de Juan B. Justo y Santa Fe. El temporal había arrojado sobre Buenos Aires casi 90 milímetros de lluvia en menos de una hora, se inscribió entre las grandes tormentas que se abatieron sobre la ciudad, aunque estuvo lejos del registrado el 31 de mayo de 1985, cuando cayeron 300 milímetros.
En 2012 y 2013 también se inundó la zona de Pacífico y Algunos tramos de Avenida Cabildo y zonas en Palermo
Dos colectivos de la Línea 152 (Italbus y Ugarte) y un Tatsa de la Línea 59.
Fue la última vez que sucedió, ya que con las obras que se realizaron, nunca más se volvió a inundar la zona.
La obra fue realizada durante la gestión de Mauricio Macri como Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires
Fuente:
Medios gráficos de la época
El País – Artículo publicado en la edición impresa del sábado, 01 de junio de 1985.