El gobierno británico y las autoridades del transporte público de Londres resolvieron subir la actual tarifa que se cobra a los vehículos para ingresar al centro de la ciudad. El dinero extra irá para subvencionar el transporte público cuya demanda cayó un 90% por las medidas de confinamiento.
La ciudad de Londres decidió aumentar significativamente el valor del impuesto que deben pagar los automovilistas para ingresar al centro de la urbe a fin de subsidiar el transporte público de la capital inglesa duramente golpeado tras un desplome en la venta de pasajes como resultado de las medidas de confinamiento adoptadas para detener la propagación del Covid-19.
La medida fue acordada tras una reunión entre representantes del gobierno británico y los máximos responsables de Transport for London (o TfL), oportunidad donde se definió que los vehículos que deseen circular por el centro de la metrópolis deberán cancelar un «peaje» de alrededor de 15 libras por días, es decir poco más de 15 mil pesos chilenos. Tras dar a conocer la decisión, el alcalde de Londres, Sadiq Khan, manifestó su alivio por el acuerdo que permitirá mantener en operaciones los trenes y autobuses del transporte público de la ciudad.
El edil añadió que la decisión de aumentar el impuesto para circular por el centro de Londres fue adoptada por el gobierno británico a fin de cubrir la caída en los ingresos por tarifa y que llega casi a un 90% en el último periodo. Esta estrepitosa caída en la demanda del transporte público londinense ha causado graves daños económicos al TfL que, según The Guardian, depende básicamente de los boletos vendidos para financiar casi la totalidad de sus costos operativos y de ahí la drástica medida que golpea directamente el bolsillo de los automovilistas.
Los conductores de Londres ya están más que familiarizados con el pago de impuestos por usar las carreteras en las zonas más propensas al tráfico en el centro de la ciudad. Por ejemplo, desde 2003 pagan un «cargo por congestión» y que llegaba a las 11,50 libras por día.
Como si eso fuera poco, desde hace un tiempo Londres definió un área llamada «Zona de Emisiones Ultra Bajas (ULEZ) y donde los conductores de automóviles y camiones más antiguos deben cancelar una tarifa adicional por andar por estas vías con un vehículo que no cumple con las actuales normas de emisión de contaminantes.
A pesar de las quejas sobre el alto costo que implican estas disposiciones, la autoridad de la ciudad las ha calificado como exitosas, ya que han permitido reducir el tráfico en el centro de la urbe, bajar los niveles de contaminación y fomentar el uso del transporte público que, se espera, recuperará su demanda paulatinamente a medida que se controle la pandemia del nuevo coronavirus.
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