El biodiesel aumentó desde ayer un 14,6 por ciento y le asestó otro duro golpe, que se suma a la escasez de aportes estatales y la caída de pasajeros.
Tras una nueva recomposición de un 5 por ciento en paritarias a los choferes de colectivos nucleados en la Unión Tranviarios Automotor (UTA), las dos concesionarias privadas del servicio de colectivos junto a la estatal Movi aguardan la llegada de 65 millones de pesos anunciados por el Ministerio de Transporte de la Nación, que iban a destinarse a cubrir esa pauta salarial. La crisis en el sector recrudeció con los incrementos en el biodiesel y los insumos, la escasez de aportes estatales, y la caída en la cantidad de pasajeros transportados.
En un contexto de tensión y bolsillos flacos, desde ayer el gobierno nacional autorizó un aumento del 14,6 por ciento de los biocombustibles. Esa suba va a impactar con mucha fuerza en los costos del sistema, ya que la flota local de colectivos está impulsada en su gran mayoría por biocombustibles.
Además, de acuerdo a lo deslizado, falta llegar los 65 millones de pesos anunciados por el Ministerio de Transporte de la Nación que iban a subsidiar el transporte público. Ese monto se iba a destinar al Fondo Compensador para que las empresas puedan afrontar algunos incrementos y para tratar de evitar modificaciones en las tarifas.
En tanto, en la ciudad aguardan estos fondos para poder cumplir con el acuerdo firmado con la UTA en paritarias de aumentos de salarios para los trabajadores del rubro. En ese marco, se había arreglado una suma no remunerativa a cuenta de 5 por ciento. Pero ante el incumplimiento de Nación, se complicó.
De esta manera, a poco del inicio formal de un nuevo ciclo en el ámbito municipal, el sistema de transporte expone serias complicaciones que surgen de la disminución de la cantidad de pasajeros, de las subas en los costos y de los efectos de la inflación, que multiplican los problemas financieros.
Sin dudas, el esquema se está resintiendo y los golpes más fuertes caen sobre los servicios interurbanos, ya que en los urbanos existen algunas pequeñas ayudas de orden municipal.
Muchos reclamos
En este escenario, en el Ente de la Movilidad aguardan en los próximos días poder tratar el último temario del año, que debería incluir el último estudio de costos correspondiente a agosto-octubre, ya que hasta ahora sólo se publicó el valor al mes de junio. «Deberíamos tenerlo, para poder cerrar esta etapa y entregarlo a la nueva gestión», confió la concejala Renata Ghilotti, integrante de la comisión de Servicios Públicos.
La edila además reconoció que «hay muchos reclamos en relación a las frecuencias» y también admitió que hay pedidos de cambios de recorridos de algunas líneas. «Muchos vecinos se acercan al Concejo y nos dicen que están aislados. Y exigen que se cumplan los horarios establecidos y comunicados a través del «¿Cuándo llega?»», precisó.
Sobre las complicaciones en el traspaso, Ghilotti destacó que «para Javkin será un gran desafío ordenar y poner en funcionamiento el nuevo sistema de transporte. Ese nuevo dispositivo deberá responder al pedido de mejores frecuencias que repiten los usuarios de colectivos».
Sin respuestas
Por su parte, el concejal Eduardo Toniolli recordó que «de la última medición no tenemos datos propios, y el municipio de Rosario suele ser bastante remiso a publicar esos números. Además, comparamos las grillas de horarios con años anteriores para ver si hay menos servicios en la calle, y los relevamientos revelan una pérdida progresiva de frecuencias y una caída permanente de usuarios».
Y agregó: «En el último informe mostramos cómo todas las líneas de la empresa El Cacique habían perdido frecuencias y unidades en la calle, empeorando la prestación de su servicio. Por estas cosas se nos acercan muchos vecinos al Concejo y nos piden que mejoren las frecuencias. Pero parece que no nos prestan mucha atención. Sospecho que alguien en el Ente de la Movilidad recibe las quejas y van a parar directo al tacho de basura, porque no tuvimos respuestas», aseguró.
Desde el Concejo piden mejores frecuencias
Ante la cantidad de reclamos de los rosarinos, el Concejo Municipal requirió que se garantice la frecuencia de las líneas que conforman el Transporte Urbano de Pasajeros (TUP). La decisión legislativa fue votada favorablemente en la última reunión de la comisión de Servicios Públicos.
A través de esta vía, se encomendó al Ejecutivo que actúe para lograr mejores frecuencias de la línea 128 roja en barrio Bella Vista, así como de la línea 126 roja, en idéntico barrio. A lo que debe sumarse la 125 en barrio Triángulo y Moderno.
Una similar disposición votó la comisión para la línea 153 negra en los barrios Triángulo y Moderno; la 130 en barrio Matheu; la 128 negra en la misma zona; y la 107 roja junto a la 103 negra en barrio Las Malvinas.
Estas intimaciones se realizan en un marco de inquietudes permanentes que llegan al órgano legislativo de la ciudad. Cada semana, se presentan gran cantidad de reclamos en relación al cumplimiento de la grilla horaria de las líneas que integran el Transporte Urbanos de Pasajeros (TUP).
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