Detectan a 78 colectiveros hipertensos, estresados y fatigados en la Terminal

Así lo registraron a lo largo de un año los profesionales de la Unidad de Control Psicofísico. Algunos llevaban 48 horas sin dormir.

La Unidad de Control Psicofísico detectó 78 choferes de larga distancia a punto de salir de la Terminal de Ómnibus con serios problemas de salud, que hubieran supuesto un importante riesgo tanto para el conductor, como para los pasajeros. La mayoría presentó un cuadro grave de fatiga, hipertensión arterial y estrés. En algún caso también se detectó consumo de sustancias.

La Unidad de Control Psicofísico se instaló en Rosario en octubre de 2017. Se trata de una oficina dependiente de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) y está formada por seis profesionales, dos psicólogas y cuatro médicas que realizan chequeos de salud a los choferes de colectivos que están por partir desde la Terminal de Ómnibus.

Desde febrero de 2018 hasta este mes entrevistaron a 4.150 conductores, de los cuales 78 tenía problemas de salud considerables para que se les retuviera la licencia de conducir.

El dispositivo funciona durante ocho horas diarias en distintos horarios. El área de fiscalización, que controla cuestiones técnicas de los colectivos antes de partir, deriva a los choferes para que se realicen una evaluación aguda y así conocer cuál es la condición del conductor antes de tomar un servicio.

En el caso de que los profesionales detecten casos de fatiga, estrés, hipertensión arterial o abuso de sustancias, se retiene la licencia de conducir el tiempo que lo considere necesario el médico o el psicólogo.

Chequeo agudo

Los profesionales explican que los principales aspectos que se analizan en la entrevista a los choferes tienen que ver con el descanso y el registro personal de su propia salud. También se evalúa la precisión en el procesamiento de información, los reflejos y la capacidad de respuesta ante factores estresantes que forman parte de la actividad profesional.

En cuanto a los controles médicos, se chequea la presión arterial, se realiza auscultación cardíaca, la oximetría de pulso, se mide la agudeza visual y el índice de masa corporal. También se efectúan controles de alcoholemia y sustancias psicoactivas, porque afectan las capacidades cognitivas necesarias para poder realizar una conducción segura. Incluso en pequeñas cantidades, esas sustancias pueden alterar las habilidades motoras, la capacidad de alerta, coordinación y toma de decisiones al conducir, la percepción y los tiempos de reacción. Especial hincapié se realiza en el control de las apneas de sueño, y actualmente están trabajando con la campaña de prevención de diabetes, que involucra controles de glucemia voluntarios.

«Más allá de que sean buenos conductores, no siempre están bien de salud. De hecho sucede que hay choferes impecables, pero de un día para el otro se pueden desestabilizar por una tragedia o algún suceso personal que les afecte», detalló la psicóloga del servicio, Nadina Caamaño.

La profesional señaló que si bien muchos choferes trabajan en buenas condiciones, hay quienes pasan 48 horas sin dormir, comen mal porque se alimentan a sándwiches de milanesa, y sufren muchas situaciones de estrés.

«Intentamos concientizar a los choferes sobre la importancia de mantener una alimentación sana, porque a la larga padecen problemas cardíacos, y sobre todo que puedan tener un buen descanso, porque es fundamental para el trabajo que realizan», puntualizó Caamaño.

Cabe aclarar que si no existiera esta Unidad, nadie realizaría estos controles a los choferes, con las graves consecuencias que podría acarrear.

Al principio no fue fácil porque los choferes se resistían a los controles, pero ahora han logrado que sean ellos mismos los que se acercan a la oficina de la Unidad de Control Psicofísico cuando detectan que no se sienten bien. «Eso es un cambio cultural importante», destacó la psicóloga.

La profesional explicó que cuando detectan a choferes en malas condiciones de salud, la responsabilidad es de las empresas. «Estamos diagramando talleres de capacitación para que puedan mejorar las condiciones laborales de los conductores», agregó.

Igualmente acotó que ninguna de las empresas cuestionó el trabajo de la Unidad de Control Psicofísico, ni cuando debieron retener las licencias de conducir a algún empleado.

El trabajo de la Unidad no termina en la entrevista, sino que se realiza un seguimiento de los choferes para que puedan mejorar su estado de salud y reintegrarse al trabajo.

 

Fuente:

La Capital

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