Las empresas de ómnibus piden nuevas normativas

La llegada de las denominadas líneas aéreas low cost puso en alerta al sector de micros de larga distancia. «No nos oponemos al desarrollo del sector aéreo con nuevas líneas aéreas y empresas low cost. El alerta es porque mientras se hizo una adecuación récord de nuevas normas para la actividad aerocomercial nosotros seguimos con un marco normativo del siglo XX para una actividad en el siglo XXI», señala a La Prensa Gustavo Gaona vocero de la Cámara Empresaria de buses de larga distancia (Celadi).

El vocero destaca que el sistema de micros es un servicio público que une 1600 destinos y que entrega 3 millones de boletos gratuitos por año a personas con discapacidad.

Gaona se queja de que los cambios en el sector son muy lentos y que deben aún cumplir con normas que hacen muy difícil poder bajar los costos de los pasajes.

«Nosotros cumplimos con normas a las que nos obliga el estado. Tenemos que salir a veces con micros vacíos porque así lo establece la ley. No podemos bajar las frecuencias en destinos a los que viajan menos gente que antes», expresa el representante.

«Nuestros pasajes -continúa- no pueden adecuarse a un servicio low cost. Por ejemplo mientras que estas nuevas líneas pueden ofrecer solo el vuelo y cobrar el equipaje que se quiera despachar nosotros esto no lo podemos hacer, porque la norma dice que el costo del ticket incluye el despacho de equipaje».

Otra diferencia que observa Gaona es que las empresas aéreas pueden cambiar sus precios más fácilmente. «Pueden ofrecer una oferta por una cantidad de pasajes que es generalmente la que se ve en las publicidades, y por ejemplo una vez vendida tal cantidad la suben. Estos movimientos nosotros no los podemos hacer».

«Además -agrega el vocero- a estas nuevas empresas se les dio las mejores rutas mientras que nosotros llevamos a la gente a los destinos más concurridos pero también a pueblos con menos demanda».

Los problemas en infraestructura también aparecen entre las demandas de la Celadi. «Nosotros hoy trabajamos con una terminal de Retiro obsoleta, en mal estado, mientras que con un decreto se reconvirtió rápidamente una terminal área como la del Palomar para un uso comercial».

Según números manejados por la Cámara por año la ocupación de la red de micros apenas llega hoy al 48 por ciento. «Es decir que la mitad del pasaje queda vacío. Esto también imposibilita bajar costos. El problema es que por la normativa no podemos adecuar los viajes. Hoy capaz hay tres empresas que salen al mismo destino a la misma hora. Con que saliera un solo micro alcanzaría. En cambio las empresas aéreas sí los adecúan».

Para Gaona hay normas a cumplir que ya son totalmente absurdas. «Hay una que data de la década del 40 que obliga a cubrir los viajes Buenos Aires-La Plata con dos choferes. También pasa en lugares del interior de cortos trayectos. Esto atenta contra la posibilidad de bajar los costos de los pasajes».

El vocero afirma que el riesgo que se corre si no se cambian las normas para el sector es que los micros de larga distancia queden abandonados como pasó con los trenes en la década del 90. «Dejar de ir a pequeños pueblos podría afectar a mucha gente como pasó con el sistema ferroviario».

«El gobierno habla de «Revolución de los aviones» pero el proyecto debería ser de «Revolución del transporte» incluyendo a todos los sectores para que podamos seguir brindando un servicio público, pero adecuado a estos tiempos»».

 

Fuente:

La Prensa

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