La polémica app prueba en el centro de Manhattan una opción de viaje compartido con tarifa plana de 5 dólares.
Hasta ahora, Uber ha enfocado todos sus esfuerzos en un mercado mundial que tenía dueño: el taxi. Con más o menos éxito y con muchos problemas en varios de los países en los que puso su bandera, la app ha conseguido al menos una parte de su objetivo o -al menos- logró instalarse como una opción disruptiva en el panorama del transporte público de las grandes ciudades.
Sin embargo, el objetivo a largo plazo es convertirse en el medio definitivo para ir de un punto a otro, y esto significa desafiar a otro medio de transporte: los buses o colectivos urbanos. Un indicio de esto es la nueva opción de viajes por precio fijo de 5 dólares que Uber lanzó en Nueva York.
Actualmente, en varias ciudades en las que Uber funciona (entre ellas Nueva York), una de las opciones es UberPool, que permite a múltiples pasajeros que van a destinos similares compartir el costo del viaje. Lo que empezó a ofrecer Uber en el centro de Manhattan es una versión de tarifa plana de ese servicio. Concretamente, para viajes que empiezan y terminan antes de la 110th Street en hora pico, Uber solamente cobrará 5 dólares sin recargo.
Durante la mañana, el pasajero deberá caminar hasta una intersección cercana a su ubicación para subir al auto, mientras que por la noche y durante los fines de semana, la tarifa es puerta a puerta.
La diferencia en costo, que además de bajo es fijo, posiciona a Uber no como un servicio premium sino como una opción económica para un trayecto de transición. Está claro que esos 5 dólares son bastante más caros que un boleto de subte, pero (al menos en Nueva York) es mucho más barato que tomar taxi.
De todas maneras, también es importante lo que implica en términos de futuro del transporte. Según publica el sitio especializado BGR, en Silicon Valley consideran que los colectivos son «ineficientes y expuestos a la disrupción». Van por rutas que no varían y sin flexibilidad para acomodarse a la demanda. Para la publicación, Uber cree que un enfoque más flexible, sumado a la conveniencia del confort, podría dejar fuera de combate a los ómnibus.
Por lo pronto, la tarifa plana de UberPool es solo para unos pocos. Pero la firma tiene por costumbre probar sus proyectos en pequeños mercados antes de desplegarlo a escala global, con lo que no sería extraño que en poco tiempo algunas ciudades grandes lo tengan. ¿Se sumarán los colectiveros tradicionales a las protestas?
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