En Salamanca cubrieron especialmente el trayecto entre la estación de ferrocarril y la Plaza Mayor dando servicio a la mayor parte de las fondas y hoteles de la ciudad
El ómnibus fue un tipo de carruaje público más cómodo que la diligencia destinado para el transporte de personas. Disponía de cuatro ruedas, un solo compartimento prolongado con dos banquetas laterales y algunas veces con asiento encima de la caja. Estaba montado sobre listones convexos para poder aguantar la carga de los equipajes, y la tracción se realizaba mediante mulas.
El acceso se efectuaba por la parte posterior del carruaje, fundamentalmente su capacidad era de seis u ocho personas, aunque los hubo de gran capacidad de pasajeros, que cubrían líneas regulares en el interior de las grandes ciudades. Las maletas se colocaban en el techo protegidas por una pequeña barandilla, y a veces se cubría con una malla fina para evitar la pérdida de los equipajes.
En Salamanca cubrieron especialmente el trayecto entre la estación de ferrocarril y la Plaza Mayor dando servicio a la mayor parte de las fondas y hoteles de la ciudad. Efectuaban también algunos otros servicios, como el desplazamiento a la romería de la Salud de Tejares, incluso el traslado de los toreros a la plaza de toros en las ferias y fiestas salmantinas.
Este ómnibus de tracción animal terminó desapareciendo debido a la competencia del ómnibus motorizado, el automóvil.
Fotografía
- Ómnibus con la plaza de la Glorieta al fondo, principios del siglo XX. Autor: Luis González de la Huebra.
Fuente:
Salamanca en el ayer.