Por Ignacio Martín
Lo primero que se preguntarán es: ¿Cómo lograron estar invitados al casamiento de Juli y Guido? y brevemente se los responderemos.
Guido fue compañero de los primeros dos años de la secundaria en un colegio técnico de Palermo. Era fanático de los camiones, pero cuando digo fanático es ¡FANÁTICO!, tanto que por ejemplo, la valija de su tablero de dibujo estaba totalmente empapelada con imágenes de diversos camiones tanto de transporte como de carreras.
Era un chico al que le preguntabas sobre un modelo en especial y te contaba su historia, su motor y detalles insólitos. Yo en ese entonces, era fanático de los colectivos.
En esos tiempos, aún no existían los celulares y recién aparecían las primeras cámaras de fotos digitales con diskette. Pasaron los años y nos reencontramos de casualidad en una de las ediciones de ExpoTransporte. Recuerdo que él estaba mirando uno de los últimos modelos que Scania estaba presentando.
En ese momento me contó que había cumplido hacía unos años uno de sus sueños: manejar camiones. ¡Si! es camionero!!! y una de las cosas que le regaló su trabajo fue conocer casi todas las rutas y lugares de Argentina. Ahi mismo nos conectamos vía Facebook y comenzamos a intercambiar mensajes y fotos sobre las temáticas que nos gustaban.
Una noche MUY especial
Un mes y medio antes de su casamiento (primeros días de noviembre de 2016) me escribió contándome que se casaba. Lo primero que le dije fue ¡Qué buena noticia!, pero no solo era esa la noticia. La verdadera noticia para todo fierrero era que su transporte para ir desde la iglesia hasta la fiesta iba a ser un Iveco Stralis de 460CV ¡Una nave!. El detalle a aclarar es que la unidad que iba a utilizar había sido expuesta en ExpoTransporte y Logística 2016 en el stand Transportes RICCO (Unidad N° 150).
Le preguntamos que opinaba la novia sobre la idea de usar el camión en su casamiento y nos dijo: «¡Que estoy loco pero que me ama!».
Faltaba una semana y Guido me escribió nuevamente: «Prepará la cámara!». ¡Nosotros no podíamos esperar más!.
Ese mismo sábado, el 10 de diciembre, llegamos puntuales a la Iglesia San Patricio, ubicada en Estomba y Echeverría, pleno barrio de Belgrano R, zona donde es raro ver camiones de ese porte, pero que esa noche fue la excepción.
Ya habíamos saludado al novio y mientras esperábamos en la esquina de la Iglesia, vemos que se aproxima un camión. Era ese, la unidad 150 de Transportes Ricco, el cual venía todo iluminado y que luego en la puerta de la iglesia fue adornado con algunas flores. Atrás llevaba un cartel con la frase «Just Married» (Recién casados) y algunas latas atadas con hilos.
«Había soñado con esto hace años. Desde que se que la gente se casa y buscan a la novia en autos antiguos, Ferraris o Porsches, dije: ¿Por qué no un camión? La mejor manera de empezar la familia. …A LO GRANDE»
Finalizado el casamiento, salieron los recién casados y luego de los saludos, Guido le abrió la puerta a Juli y la ayudó a subir al camión.
Mientras él daba la vuelta para tomar el volante, Juli comenzó a tocar la bocina de aire y todos los invitados comenzaron a festejar.
La pareja puso primera y arrancó.
El itinerario comenzaba en Belgrano R y tenía como destino Martínez, utilizando como recorrido la Avenida del Libertador. La caravana fue una gran fiesta de luces, bocinas, saludos y sonrisas por parte de otros conductores, transeúntes y hasta agentes de tránsito que miraban asombrados el paso de los 460 caballos de potencia con la pareja recién casada en su interior.
La llegada a Martínez donde se realizó la fiesta quedó retratada en Instagram
Fue una noche única y MUY original donde mi compañero de secundaria pudo cumplir uno de sus sueños y seguramente los invitados no se olvidarán nunca más del casamiento.
Antes de finalizar la nota queremos volver a agradecerles la invitación y desearles MUCHAS FELICIDADES y MUCHA SUERTE en este nuevo «viaje» que emprenden.
A continuación, el video que preparamos con las imágenes de los mejores momentos de los recién casados y «la nave».
Fotos y Videos:
Revista Colectibondi