Así lo aseguró el ministro de Transporte, quien negó las versiones sobre un nuevo ajuste. Y describió como «catastrófica» la situación en rutas y vías de los ferrocarriles.
El ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, aseguró hoy que el Gobierno decidió no volver a subir más durante 2016 las tarifas del transporte público de pasajeros.
«Nosotros ya lo dijimos claramente con todas las letras: este año no vamos a aumentar más el transporte y no van a subir más las tarifas en general. Hemos sido claros y eso le tiene que dar tranquilidad a la gente», dijo el ministro.
Aclaró que desde el primer momento de su gestión él ha sostenido que el transporte va a estar subsidiado porque el subsidio «no es algo intrínsecamente malo» sino que había una distorsión entre la zona metropolitana y el interior del país.
«Acá hubo una tormenta perfecta con el tema de los subsidios: una mezcla de populismo, mala gestión y corrupción. Desarmar todo eso no es fácil porque la corrupción destruye moralmente los organismos», afirmó el funcionario.
Indicó además que cuando se comienza aponer «criterio y equidad» al asunto es complejo porque una persona que acá, en el área metropolitana, pagaba 3 pesos el colectivo por ahí no estaba ni enterada que un cordobés pagaba 9,50 pesos, por ejemplo.
Dietrich afirmó que su gestión seguirá dando a conocer a la opinión pública todo lo que vaya encontrando de la gestión del kirchnerismo en el área de transporte y se irán haciendo las denuncias penales correspondientes.
«Es parte de la responsabilidad contar lo que se encontró, pero quedarse en la crítica es insuficiente y por eso hemos dicho qué es lo que se va a hacer. Todos los días encontramos algo nuevo. En los próximos seis meses vamos a encontrar otras cosas. Vamos haciendo las denuncias penales, pero en otros casos hubo desidia o mala praxis», dijo Dietrich
Según el funcionario macrista, «la catastrófica situación de la infraestructura es lo peor» que halló la administración de la alianza Cambiemos en el transporte en la Argentina, con un deplorable estado de las rutas.
«Nuestra logística es muy cara e ineficiente y causa miles de muertes todos los años», dijo el funcionario.
También señaló que la infraestructura de ferrocarriles es «muy mala» y precisó que el 50% de los 900 kilómetros de vías que hay en el Gran Buenos Aires es «muy mala o regular», y eso hace que las formaciones vayan más lento que hace cincuenta años.
Indicó además un dato preocupante: «El 90% de los trenes frenan manualmente, exactamente igual que cuando fue el accidente de Once (donde murieron 52 personas). Cambió algo: aumentó el control sobre las personas».
Ahora, está en marcha un proceso para que todo el sistema ferroviario frene en forma automática ante cualquier emergencia, pero es un plan que demandará un plazo de ejecución de al menos cuatro años.
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