La cifra significa una baja de 30% respecto los más de $ 31.000 millones de 2015. La Ciudad, que se lleva gran parte del subsidio, aumentó 100% el valor del boleto.
El último aumento tarifa que el gobierno nacional aprobó para el transporte interurbano de pasajero en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano, que significó aumentar 100% y llevar la tarifa a $ 6 en abril, implicó una rebaja considerable en los subsidios.
Así lo expresa un trabajo del Centro de Estudios de la Regulación Económica de los Servicios Públicos (Ceres) de la Universidad de Belgrano, que refleja una reducción de 30% entre los aportes que el Estado nacional realiza a través de tarifa y precio diferencial del gasoil respecto de las erogaciones realizadas durante el 2015.
Según el trabajo del centro de de estudios durante el 2015 el Gobierno aportó de manera directa no incluye el costo del precio diferencial del combustible algo más de $ 31.080 millones. Esa cifra se redujo durante este año a 22.828 millones de pesos.
Desde que comenzó el subsidio, durante la crisis de 2002 hasta este año, las empresas recibieron $ 141.667 millones. Otro dato que demuestra como la suba tarifaria fue restando peso a los fondos públicos para el mantenimiento del transporte público nacional, los investigadores del Ceres determinaron el peso relativo de cada fuente de ingresos de las empresas operadoras del servicio de jurisdicción nacional. Mientras que en junio de 2014 la recaudación por venta de boletos representaba el 28% de los costos de operación totales, en agosto de 2016 esto ascendió al 38 por ciento.
Esto significa que de cada $ 10 que se estima son requeridos para que el servicio se preste en la jurisdicción nacional, el Estado aporta $ 6,20, entre transferencias directas y gasoil a precio diferenciado. En conjunto, la jurisdicción nacional, junto con las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Mendoza y Tucumán, concentra el 86,7% de las transferencias directas, y el 85,4% del cupo de gasoil.
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