Sostienen que el boleto debería costar el doble. El AMBA recibe cuatro veces más subsidios de la Nación que el resto del país.
Córdoba. Luces rojas hay en el sector del transporte ante las nuevas restricciones para su uso; el sistema ya está muy complicado y la situación empeoraría, según los empresarios del sector. Por presupuesto, la Nación transferirá este año a las provincias $20.000 millones para sostener el transporte urbano (21% más que en 2020, pero muy por debajo de la inflación proyectada). El AMBA arrancó con $80.000 millones asignados, cuatro veces más que el interior, donde –según los empresarios- el boleto promedio debería costar el doble.
Cuando se aprobó el presupuesto para el Interior, las empresas alertaron que, aun con el refuerzo de provincias y municipios, se estaba lejos de cubrir las necesidades; ahora ratifican esa escasez.
Gustavo Mira, secretario de la Federación Argentina de Transportadores por Automotor de Pasajeros (Fatap), ratifica a LA NACION que “los números no cierran por ningún lado”. El uso de colectivos en el interior se redujo al 45% respecto de 2019 y la prestación de las empresas está entre 75% y 80% en relación con años normales. “Los costos no se redujeron en la misma proporción que los servicios”, dice Mira.
En el primer trimestre, según datos oficiales del Ministerio de Transporte, se repartieron $5365 millones y quedan por entregar $634,5 millones (por demoras o incumplimiento en las rendiciones de Buenos Aires, Chubut, Corrientes, La Pampa, Misiones, Santa Cruz, Santiago del Estero y Tucumán).
En la ecuación de las empresas, los salarios pasaron de tener un peso promedio de 55% en los costos totales a 80% (hay menos personal por los DNU y los aislamientos, pero cobran) y el combustible bajó de 20% a 15%. Las cubiertas cuestan 300% más que hace un año.
“El sistema está quebrado –describe Mira-. Las tarifas están absolutamente desfasadas, y con esta ‘nueva normalidad’ el boleto promedio debería costar, mínimo, el doble para cumplir lo básico, sin incluir renovación de flota”. En Córdoba, por ejemplo, el pasaje cuesta $43; en Rosario, $45; en Santa Fe, $33; en Mendoza, $25; en Tucumán (donde hay un servicio de mini buses de emergencia por paro de la UTA), $30; en Jujuy, $32,75 y en Bariloche, $41. En el AMBA el pasaje más caro cuesta $23.
Por caso, una empresa de Córdoba que en 2019 tenía sus cuentas saneadas, cerró el año pasado con un rojo operativo de $300 millones y este año acumula uno mensual de alrededor de $20 millones.
En Transporte indican que vienen cumpliendo lo presupuestado: se pagó la tercera cuota del Fondo Covid-19 a 15 provincias por $1049 millones (equivale a 70% de las acreencias); 21 distritos cobraron la compensación de febrero, lo que hace un total de $1387 millones (92,5% del total) y 22 recibieron $2928 millones de enero (97,6% del total).
En el repaso por jurisdicción, entre las grandes, Córdoba recibió $ 828,4 millones (se le retuvieron $476.000 por no girarle ese monto a la ciudad de Deán Funes); Mendoza receptó $479,2 millones y Santa Fe, $651,6 millones.
Por el resto: Catamarca recibió hasta el momento $78,6 millones y tiene un remanente por cobrar de 183,4 millones; Chaco cobró $130,8 millones y le quedan $305,2 millones; Chubut recibió $58,8 y le quedan $29,4 millones; a Corrientes le giraron $112 millones y a Entre Ríos, $211,2 millones y tiene pendientes $492,8 millones.
Del fondo, Formosa ya receptó $37,2 y para el resto del año quedan $86,8 millones; a Jujuy le enviaron $182 millones; a La Pampa, $15,2 millones; La Rioja recibió $40,8 millones y cuenta con un remanente de $95,2 millones; Misiones receptó $221,8 millones y le quedan $369,7 millones y Neuquén contó ya con $88.2 millones.
Para Río Negro hubo $62,5 millones; Salta, $242,1 millones; San Juan, $152,5 millones; San Luis recibió $88,1 millones y le restan $208 millones para el resto del año; Santiago del Estero, $128,2 millones; Tierra del Fuego, $14,4 millones, y Tucumán cobró $292,8 millones y tiene retenidos $146,4 millones.
Buenos Aires (con excepción de algunos municipios) y Santa Cruz no recibieron recursos porque no cumplieron con la rendición de la cuota 3 del tercer convenio del año pasado para giro de fondos.
Larga distancia
El transporte de larga distancia directamente no recibe subsidios. El año pasado, con la suspensión de servicios que comenzó el 18 de marzo, el Estado le otorgó una asistencia extraordinaria de $3000 millones (seis pagos de $500 millones cada uno); este año se le adjudicó $900 millones correspondientes a enero y febrero, de los que resta cobrar la mitad.
En la Cámara del sector indicaron a LA NACION que la totalidad de esos fondos fueron destinados desde el inicio al pago de salarios del personal que no podía trabajar; este año irán únicamente a los empleados que continúan sin poder retomar sus tareas (cerca del 75%).
Es que aunque desde fin de año pueden prestar servicio la demanda es baja: en la temporada de verano estuvo 75% debajo de la anterior y en Semana Santa cayó 80%. “El escenario es muy preocupante porque con la baja temporada se complicará todo”, indica Gustavo Gaona, vocero del sector.
El Repro II, en este segmento sigue en $12.000 por empleado (no subió a $18.000 como en otras actividades); reclaman que se declare la “emergencia”, pero la respuesta oficial es que está en análisis un proyecto de ley para “ordenar” el sistema.
Fuente:
La Nación
Por Gabriela Origlia