En la década del 90, las boleteras pasaron al olvido (al menos en Capital Federal y GBA) para darle paso a las expendedoras automáticas de boletos. En el interior del país continuaron utilizándose los boletos hasta hace muy poco, con la implementación de la Tarjeta SUBE. Esto trajo más tecnología pero se perdió por ejemplo la búsqueda del boleto capicúa y la colección de los mismos, ya sea por la línea, los colores o las frases que tenían detrás.
La publicación de una foto donde se ven los tres modelos de Expendedoras más utilizadas (TCS IBM, Klussendorf y Monebus) y conocidas despertó muchos recuerdos y anécdotas de los usuarios en Internet.
Apelando a la nostalgia consultamos a modo de encuesta cuál había sido la expendedora de boletos favorita de nuestros seguidores en esa época: Esto derivó en cientos de comentarios y anécdotas sobre su uso y recuerdos.
Realizamos publicaciones en Facebook, Twitter e Instagram y hemos tenido muy buena repercusión en las tres redes sociales.
¿Cuál era tu expendedora favorita?
— Revista Colectibondi (@colectibondi) February 12, 2020
Los usuarios recordaban por ejemplo haber estado todo su viaje frente a la máquina colocando monedas hasta que se bajaban por ejemplo. También recuerdan los golpes que había que pegarles para destrabar las monedas en su interior.
Lo cierto es que hubo muchos marcas y modelos de expendedoras. Algunas eran mucho más caras y solo se las podía ver en líneas premium de Capital. Otras, más «rústicas» se encontraban en empresas más chicas. TODAS siempre nos daban problemas con las monedas y su tiempo límite de espera.
Así se comercializaba la expendedora Alemana en Argentina
La expendedora de boletos Klüssendorf representa un sistema de venta de boletos altamente rentable y económico. Las colas de pasajeros en cada parada y por consiguiente, los consecutivos retrasos en el recorrido, originados inevitablemente de la venta de boletos con impresoras y contadores tradicionales, quedan eliminados. Con su incorporación, se consigue una reducción considerable del tiempo necesario para el despacho de los pasajeros en las paradas. Simultáneamente, la compañía de transporte mejora sus servicios y sistema de venta. Gracias al tiempo ahorrado, el pasajero llega a su destino con mas rapidez y ya no necesita molestarse por la compra del boleto antes de iniciar el viaje. De esta manera, el transporte público mejora su atractivo, lo que representa una de las ventajas que contribuyen al aumento de la rentabilidad.
Maquina Expendedora de boletos Klussendorf by Colectibondi on Scribd
Algunos modelos:
En la transición de monedas a tarjeta, surgieron varios híbridos, como por ejemplo TARJETA YA! de CoinControl.
La empresa comercializaba las famosas Klussendorf pero con el agregado de poder abonar el pasaje mediante tarjeta prepaga sin contacto. La Línea 68 llego a tener este sistema muy poco tiempo hasta la implementación de la SUBE. Fue la primera en ofrecer el pago con tarjeta en colectivos porteños en Febrero de 2009.
Para los fanáticos que quisieran tener una en sus casas, ¡ES POSIBLE!
En el sitio Mercadolibre se pueden conseguir, teclados, repuestos y hasta máquinas funcionando con su equipamiento y conversores a 220v (funcionaban a 12 y 24 v en los colectivos)
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Fuente:
Diversas invesigaciones en Internet