Los buses viejos y contaminantes de TransMilenio que circulan hace más de 15 años en la ciudad podrían seguir rodando por varios meses más, porque el Distrito ya está analizando la posibilidad de prorrogar, por segunda vez, los contratos de las fases I y II.
Así lo reconoció la gerente del sistema, Alexandra Rojas, durante un debate de control político del Concejo de Bogotá en el que los cabildantes advirtieron sobre el atraso en la apertura de la licitación de la nueva flota del sistema.
El lío está en que el proceso de contratación y adquisición de los buses tardaría entre 18 y 20 meses, pero –como advirtió el concejal Juan Carlos Flórez, de la Alianza Social Independiente (ASI)–, a 432 articulados de la fase I les queda menos de un año de vida. De ellos, a 115 solo les quedan 6 meses.
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Rojas señaló que no alcanzan a realizar la licitación de nuevos contratos de operación. “Una de las posibilidades es la ampliación de los contratos vigentes”, señaló la funcionaria, que además informó que desde ya están analizando hacer permisos especiales de prórroga, para evitar una crisis en el sistema por falta de vehículos.
¿Cuánto durará la prórroga? TransMilenio espera publicar prepliegos en junio, para abrir una nueva licitación en agosto y, mientras los contratos se adjudican y llega la flota, seguiría operando con buses viejos.
El anuncio generó revuelo porque la flota no se renovará y porque continuarán unos contratos criticados por varios sectores, que los consideran desequilibrados para la ciudad.
Flórez, quien convocó el debate, señaló que “el 95 por ciento de los recursos generados por los pasajes llegan a las empresas operadoras, mientras que solo el 5 por ciento restante le corresponde a TransMilenio”.
El concejal advirtió que el sistema les terminaría pagando a las empresas operadoras 30.676 millones de pesos por cada mes adicional de operación, si las condiciones contractuales vigentes se sostienen. Sin embargo, el Distrito aún no ha dicho bajo qué términos técnicos y financieros se realizará la prorroga.
¿Por qué el sistema de transporte masivo de la ciudad llegó a esta situación?
La administración anterior debía hacer una nueva licitación, pero en el 2013 decidió hacer la polémica y millonaria prórroga de los contratos de los 5 operadores de las fases I y II, y que ha estado bajo la lupa de la Fiscalía y la Procuraduría por supuestas coimas.
El argumento en ese entonces fue que se decidió acoger la propuesta de alianza público-privada de esos mismos operadores para electrificar el sistema y operar los buses.
No obstante, a finales del año pasado informaron que la iniciativa privada no obtuvo frutos y publicó los prepliegos de una licitación que el gobierno de Enrique Peñalosa suspendió, pues, según dijo la gerente de TransMilenio en enero de este año, la estructura planteada “tenía un impacto financiero demasiado grande” para la ciudad.
Durante del debate en el cabildo se discutió además la crisis financiera de TransMilenio, que han llevado a la Secretaría de Hacienda a girarle más de 700.000 millones de pesos el año pasado, en vista de que los costos de operación superan lo recaudado mediante las tarifas.
Fuente: El Tiempo
