En este estado quedó un autobús de pasajeros tras ser materialmente fulminado por un rayo el sábado en las afueras de la localidad griega de Monastiraki, en la provincia de Evros, cerca de la frontera con Turquía.
Nadie resultó herido porque el conductor, según explican los medios locales, tuvo la suficiente sangre fría para detener el vehículo, abrir las puertas y lograr que salieran todos los pasajeros antes de que autobús fuera pasto de las llamas.
18 bomberos participaron en la extinción del fuego.
El autocar cubría la línea regular entre Alexandrópolis y Orestiada.