En 2013 Scania invirtió 44.5 millones de euros en la construcción de unas avanzadas instalaciones para tests climáticos en el DemoCentre en Södertälje (Suecia).
La firma sueca somete a los vehículos a pruebas en las condiciones climáticas más exigentes, acelerando el desarrollo de nuevas tecnologías y mejorando el desempeño de sus vehículos.
Este lugar ayuda a disminuir las pruebas de campo y reducir los plazos entre el desarrollo y el lanzamiento del producto. “Esta instalación única nos ayuda a mejorar el consumo eficiente del combustible y a reducir aún más las emisiones,” afirma Harald Ludanek, Vice-Presidente Ejecutivo y Responsable de Investigación y Desarrollo. “Dado que podemos reducir el impacto de la nieve, la lluvia y la suciedad, los conductores se beneficiarán de un mejor ambiente en la cabina, bien como de una mayor seguridad.”
En estas instalaciones, se pueden simular temperaturas entre -35 y +50ºC, así como niveles de humedad entre 5% y 95%. El sistema del túnel de aire está equipado con una serie de pequeños cañones de nieve que producen diversos tipos de nieve. Esta puede ser sustituida por lluvia de intensidad variable, e incluso se puede modificar el grosor de las gotas.
Al añadir un químico visible a los rayos ultravioleta (UV) en el agua de lluvia e iluminar inmediatamente después con luz UV los vehículos testados, se puede determinar con exactitud los puntos en los que se bloquea el agua de la lluvia y la suciedad, así como el modo en que salen desplazados del vehículo.
Se deposita el vehículo sobre unos rodillos, uno para cada conjunto de ruedas. Gracias a ellos, los técnicos simulan velocidades máximas de 100 km/h, un ritmo óptimo para las pruebas de camiones y autobuses.
Entre las diferentes pruebas, algunas evalúan el comportamiento de los componentes expuestos al calor y al frío, el modo en que el agua de la lluvia escapa por el contorno del vehículo, la visibilidad del conductor en situaciones de lluvia torrencial/nieve, la acumulación de hielo en el parabrisas, el ruido del viento, o cómo se adhiere la suciedad a los laterales de la cabina, a los espejos retrovisores o a las manetas de las puertas.
Un tubo de 13 metros cuadrados
La construcción del edificio de 25 metros de altura empezó en 2011 y se concluyó a inicios del 2013, fecha en que comenzaron las pruebas extensivas de sistemas complejos. Las elevadas dimensiones del edificio se deben a la necesidad de albergar camiones y autobuses y a la enorme tobera (con una superficie de 13 metros cuadrados), que proyecta aire a través del vehículo hacia un ventilador situado en la parte superior de la instalación.
El túnel de viento ofrece ventajas, tales como realizar tests en pleno verano en condiciones semejantes a las del Ártico y al contrario, es decir, simular un calor abrasador durante el inverno. Además, las instalaciones permiten la repetición de pruebas de forma fiable. A partir del registro y documentación cuidadoso de tramos de carreteras existentes en Europa y otras zonas se pueden programar pruebas en el túnel de viento que simulen dichos tramos con exactitud.