Las primeras mujeres conductoras de colectivos larga distancia son misioneras y compartieron su experiencia

Algunas de las conductoras de colectivos de la empresa Crucero del Norte, de Misiones contaron su experiencia y cómo ha sido incursionar en un campo ocupado casi exclusivamente por hombres.

Algunas de las conductoras de colectivos de la empresa Crucero del Norte, contaron su experiencia y cómo fue incursionar en un campo ocupado casi exclusivamente por hombres. Ellas son de Misiones: Belén Veidovsky, Betiana Thiessen, Iris Martínez y Micaela Rodríguez quienes realizan viajes de larga distancia.

En el mundo del transporte de larga distancia, el papel de las conductoras de colectivos es tradicionalmente poco común. Sin embargo, un grupo de misioneras está rompiendo barreras y desafiando estereotipos en esta industria dominada por hombres.

Entre estas conductoras, se destaca Micaela Rodríguez, quien a sus 22 años se convirtió en la conductora más joven del país. Su determinación y pasión por los vehículos la llevaron a buscar oportunidades en un ámbito que solía ser considerado exclusivo para hombres. A pesar de las dudas y los obstáculos iniciales, Rodríguez no se rindió y finalmente encontró su lugar detrás del volante de un colectivo.

«La primera vez que presenté el curriculum, en otra empresa el dueño me dijo: vos pensás que alguien se va a subir al colectivo si sabe que una pendeja como vos está manejando’. Y eso me bajoneó un poco, pero seguí insistiendo en otras empresas», relató Micaela Rodríguez. Su dedicación y habilidad al volante la han convertido en un ejemplo a seguir para otras jóvenes que sueñan con incursionar en el mundo del transporte.

Belen Veidovsky, Betiana Thiessen e Iris Martínez decidieron asumir un rol que históricamente ha sido dominado por hombres y desmostraron su talento y profesionalismo al volante.

Con respecto a la entrada a las distintas terminales del país arriba de un colectivo,»algunos todavía se sorprenden cuando nos ven, y se acercan a conocernos a saludar, a conversar y tienen curiosidad», afirmó Belén Veidovsky. Quien además coincide con sus compañeras en decir, que todavía hay gente que las mandan a lavar los platos.

Por su parte, Betiana Thiessen agregó que «hay mujeres que nos dicen, si sabia que manejabas vos no subía al colectivo. Y yo le repondo, usted se dio cuenta en que momento hicimos cambio de chofer?, o ¿le pasó algo?, y ya nos nos dicen nada y se van».

Otra de las cuestiones que deben enfrentar a diario, es que los pasajeros consideran que ellas son azafatas y no conductoras, «una vez me paso que un señor me pidió un vaso de agua, y yo por cortesía le acerque, después me pidió algo más, pero como hicimos cambio de chofer no le pude acercar.

Así que cuando llegamos me dijo: ‘ya vas a saber de mi, voy a poner una queja en la empresa por su mala atención como azafata’, entonces le digo: ‘yo no soy azafata, soy conductora, pero si quiere vaya y quejese’. Y la persona se fue, así que no se si se quejó o no», contó

Mientras que Iris Martínez, es una de las conductores con más antigüedad dentro de la empresa, ingresó a trabajar junto a su pareja hace más de 6 años, y desde entonces comparten todos los viajes larga distancia.

La mujer contó que fue ella quien animó a su esposo a manejar colectivos, «a el no le gustaba mucho la idea de subirse a un colectivo. Antes manejábamos camiones, ahora ya se acostumbró y hasta se volvió rutero. Estamos 24/7, somos muy unidos», dijo al portal Misionesonline.

Otro de los puntos, en los que las mujeres han coincidido es en que, «esto no es solo un trabajo, a nosotras nos gusta estar acá», dijo una de ellas. A lo que otra agregó, «yo acá me vengo a despejar, estoy en mi mundo. Tengo mi paz».

 

Fuente:

Misiones Online

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