El año pasado ya eran el doble de las que había en 2019 y en la actualidad son 61. Es más, hasta formaron una secretaría de género en el gremio.
Empujadas por las luchas de los feminismos, las mujeres van limando los estereotipos laborales y ganando espacios que hasta hace poco les eran esquivos, como el transporte público de pasajeros. Pero las cosas están empezando a cambiar. En los últimos años, subirse a un colectivo y encontrar conductoras al volante es cada vez más frecuente. De hecho, el año pasado ingresaron al servicio 65 mujeres, el doble de las que había en 2019. Eso no es todo: ya formaron una secretaría de género en el gremio.
Rosario fue pionera en sumar legislación para promover la incorporación de mujeres en el servicio de ómnibus urbanos. A partir del pedido de un grupo de mujeres que aspiraba a ingresar al servicio, en 2006 se aprobó la ordenanza Nº 7.981 que creó un Registro de Mujeres Postulantes a la conducción de unidades del transporte urbano, y estableció la obligatoriedad de cubrir en forma igualitaria las vacantes que se produjeran en la antigua empresa estatal Semtur.
Sin embargo, en los años siguientes se avanzó poco en la contratación de conductoras. Trece años después de esa primera ordenanza, en 2019, el Concejo Municipal sancionó otra norma (la Nº 9.979) que creó el Programa Mujeres Choferes del Transporte Urbano de Pasajeros. Entre otros puntos, extiende la obligatoriedad de sumar mujeres a todo el sistema, incluyendo a las concesionarias privadas, y establece que el municipio debe controlar en forma trimestral la nómina de empleados que ingresan y egresan a dichas empresas para desempeñarse como choferes y establece sanciones para las firmas que no cumplan con la norma.
Volver al presente
De acuerdo a datos del Ente de la Movilidad, la puesta en marcha del Programa Mujeres Choferes del Transporte Urbano de Pasajeros permitió garantizar su progresiva incorporación como conductoras del servicio público en la ciudad. Si bien durante la pandemia se generó una marcada disminución de pasajeros, y en consecuencia de servicios, tras este periodo las mujeres han tomado de forma progresiva una mayor participación.
Con el correr de los años se fue incrementando el número de mujeres que estuvieron activas: en 2019 había 31 conductoras; en 2020 fueron 32; en 2021, durante la pandemia, eran 15 y en el 2022 hubo 65, alcanzando el mayor número.
Según señalan desde el ente, estos ingresos se dan en forma permanente a las empresas y, en muchas ocasiones, para realizar reemplazos ante licencias de conductores. En la actualidad hay 61 mujeres que conducen colectivos del servicio urbano: 23 en Rosario Bus y 38 en Movi.
De choferes y pasajeros
Nadia Espinosa lleva tres años y medio como conductora en la línea 122 de Rosario Bus. «A mi me recibieron muy bien siempre», dice con una sonrisa, aunque aclara que la experiencia no es compartida por algunas de sus compañeras. «Cada una tiene su historia», afirma.
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La conductora se anotó en el registro de choferes después de probar varios trabajos. «Me siento orgullosa de prestar el servicio», señala y afirma que el trabajo le garantiza estabilidad y un buen sueldo, aportes y obra social, con el que puede criar a sus dos hijos y mantener su casa. Por eso celebra que cada vez haya más mujeres al frente de las unidades.
Aún así, todavía siente «que las mujeres tenemos que marcar la diferencia con los varones». Según explica, «es como que tenemos mil ojos a nuestras espaldas», y en el caso de cometer un error van a ser peor juzgadas que los choferes.
«Tengo un trabajo que me llena el alma. Sigo adelante por mis hijos y por las chicas que vienen atrás mío, para que tengan un ejemplo. Hay mujeres grandes que se suben al colectivo y nos felicitan, nos dicen «estoy muy orgullosa de que vos que estás manejando, porque a mí me hubiera gustado y no me animé», cuenta Nadia.
Y destaca que junto a otras conductoras armaron una secretaría de género dentro del gremio (la Unión Tranviarios Automotor, UTA), históricamente masculino. Hace dos meses eligieron a sus representantes. «Entre las compañeras nos apoyamos. Nos damos consejos sobre cómo actuar cuando surge un problema con los pasajeros, cómo manejarnos con las empresas. Queremos que haya más mujeres en los colectivos», señala.
Inscripción al registro
Las mujeres interesadas en ser conductoras del transporte urbano de pasajeros, que cuenten con carné habilitante, pueden anotarse en el registro para ingresar a prestar servicio.
Para la inscripción es necesario presentar DNI, Registro de Conducir D2 en vigencia y Currículum Vitae, de forma presencial en el Ente de la Movilidad de Rosario (Cafferata 702, piso 1), de lunes a viernes, de 9 a 15. Los legajos se archivan y conservan por 24 meses a partir de la inscripción, vencido este plazo, en caso de no solicitar reinscripción, se procederá a dar de baja.
El Ente de la Movilidad visibiliza el registro en su página web , donde los legajos se archivan en el orden cronológico de la fecha recepción. Ante cada contratación que deben realizar, las empresas de transporte están obligadas a consultar esta nómina, que se encuentra debidamente actualizada.
En los próximos meses se abrirá también la inscripción para un nuevo Curso de Capacitación para Mujeres en Conducción de Transporte Urbano de Pasajeros, con el objetivo de que las participantes sumen conocimientos teóricos y prácticos. Además, podrán rendir el examen para obtener la licencia D2, que las habilita a conducir vehículos de servicios públicos.
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