Tras pasar la noche y luego de que se cayeran las negociaciones con el Gobierno, los piqueteros pasaron la segunda noche frente al Ministerio de Desarrollo Social. Se espera que al mediodía se levante la protesta.
Tras pasar la segunda noche sobre la Avenida 9 de Julio frente al Ministerio de Desarrollo Social, los piqueteros mantienen cortado el Metrobus y el tránsito desde la avenida Independencia hasta Avenida de Mayo.
La expectativa está puesta en lo que ocurra durante la mañana, ya que las agrupaciones habían anunciado que la medida se levantaría hacia el mediodía.
La situación volvió a provocar este jueves un caos de tránsito en el centro porteño y todo indica que se repetirá este viernes. Fue luego de que la Nación se negara a recibirlos y de que la Policía de la Ciudad les sacara parte de las carpas en un intento de impedir que se instalaran a la altura del Ministerio de Desarrollo Social, como finalmente hicieron.
Este jueves para mantener el corte se sumaron una decena de agrupaciones que movilizaron militantes desde diversas zonas del Conurbano. Participan el Polo Obrero Tendencia, Resistencia Popular, Organización 24 de marzo y la agrupación Ana María Villareal, entre otras.
De esta manera se dio un»recambio» de gente para poder aguantar otra jornada que culminaría este viernes. «Vamos a introducir unos 15.000 nuevos compañeros», le dijo un dirigente piquetero a Clarín.
Enter las principales consignas, los manifestantes piden «apertura y aumento del plan potenciar trabajo», el pase de planes a trabajo genuino y un aumento de los planes que iguale el costo de la canasta familiar. Además, cuestionan el acuerdo con el FMI «y los tarifazos».
En el Gobierno endurecieron su postura: sostienen que no cederán a los reclamos y que no habrá más planes. Piensan en el programa de reconversión laboral. Los piqueteros se habían reunido con el ministro Juan Zabaleta y ya les había adelantado que no habría más fondos. «No nos puede extorsionar», sostienen en el Gobierno.
Este jueves desde la Casa Rosada volvieron a repetir esa postura. Serán inflexibles mientras sigan los cortes y no habrá más fondos para planes sociales nuevos.
Hacia la medianoche, el acampe se extendía desde Avenida de Mayo hasta Independencia y de acuerdo a los organizadores se llegaron a instalar unas 2500 carpas, pese a que la policía secuestró algunas de la carpas antes que se iniciara la protesta.
En el lugar acamparon familias enteras sobre la 9 de Julio. Además se prendieron fogatas para atenuar las bajas temperaturas y se instalaron ollas populares en la esquina de Moreno y de avenida Belgrano para dar un plato de comida caliente a los manifestantes.
La protesta se inició pasadas las 16 del miércoles cuando los piqueteros comenzaron a concentrarse frente al edificio de la cartera de Desarrollo Social, donde ya a esa hora se observaban más de tres cuadras ocupadas por las columnas de manifestantes, con interrupción total del Metrobus.
Antes, pasadas las 14, se habían registrado algunos minutos de tensión en las inmediaciones de la Plaza Constitución, donde un operativo de seguridad cortó la interconexión subterránea entre la terminal del Tren Roca y el Subte C. Sólo se podía acceder a través de la calle.
Los manifestantes comenzaron a marchar por la Avenida 9 de julio, acompañados por un largo cordón policial, ocasionando un caos de tránsito en la zona cercana al Ministerio de Desarrollo Social que seguramente continuará durante la jornada de este jueves al fracasar las negociaciones con el Gobierno.
Policías porteños de la Guardia de Infantería secuestraron centenares de elementos de acampe, tales como carpas, bolsas de dormir, ollas y bolsones de alimentos.
La fiscal Malena Mercuriali avaló el procedimiento, bajo la figura de uso indebido del espacio público.
El dirigente social del Polo Obrero, Eduardo Belliboni, había advertido que si no tenían respuesta iniciarían un «acampe piquetero en todo el país», y subrayó: «Vamos a esperar aquí a una respuesta del Gobierno nacional a los reclamos que ya conoce».
Por su parte, la dirigente del MST Teresa Vive, Mónica Sulle, cuestionó: «Ante la emergencia social, el Gobierno responde con represión. Buscan coartar los derechos que tienen los trabajadores desocupados de manifestarse, cuando se exige alimentos dignos para comedores populares, con mayor asistencia ante el hambre creciente».
«Tanto el Gobierno de la Ciudad como el de Nación, le hacen el juego a la derecha con más mano dura a quienes reclaman por comida, todo al servicio de seguir pagando una estafa al FMI. No lo vamos a permitir. Hacemos responsables al gobierno de Larreta y al gobierno nacional por la integridad de nuestros compañeros«, disparó Sulle en un comunicado.
El acampe fue organizado por las organizaciones nucleadas dentro de Unidad Piquetera, que integran el Polo Obrero, MTR-Votamos Luchar, el CUBA-MTR-, el Bloque Piquetero Nacional, la Agrupación Armando Conciencia y la Organización 17 de Noviembre y el Movimiento Territorial (MTL-Rebelde), la Coordinadora por el Cambio Social, el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL), el Movimiento por los Pueblos, el Movimiento de Unidad Latinoamericana, Barrios de Pie/Libres del Sur, el MST Teresa Vive y fracciones del Frente Popular Darío Santillán (FPDS).
En pleno segundo día de cortes, el ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández encabezó el segundo día del Consejo de Seguridad Interior en el Centro Cultural Kirchner (CCK) y se refirió a reprimir los piquetes. Aclaró que esa es una jurisdicción que corresponde al Gobierno de la Ciudad pero se manifestó en contra de «reprimir».
También hubo reacciones opositoras al acampe y desde Juntos salieron a pedir modificaciones en los planes sociales. El diputado Gerardo Milman propuso «federalizar los planes sociales». La movida incluiría «enviarles el dinero y la capacidad de otorgamiento a las provincias y que el gobierno nacional solo se ocupe de, a través de un organismo de supervisión, que se les adjudique a los verdaderos beneficiarios».
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