Una prueba evidencia el riesgo de muerte que corren los pasajeros que no cumplen las normas.
Hay imágenes que valen más que mil palabras. Recientes pruebas de choque realizadas en Europa demostraron lo peligroso que puede ser chocar en un motorhome a 40 km/h, y más aún si algunos de los pasajeros no llevan el cinturón de seguridad abrochado.
Es común que antes viajes largos y luego de una cantidad de kilómetros recorridos, los pasajeros adopten medidas más relajadas y descuiden conceptos básicos de la seguridad que serán vitales al momento de un accidente.
Uno de los hábitos (malos) más usuales es el de poner las piernas sobre el tablero o la plancha frontal del vehículo, desconociendo que cualquier postura incorrecta puede ser letal.
Mientras el vehículo está en movimiento, todos los pasajeros deber viajar con el cinturón de seguridad abrochado y en posición vertical.
Las comodidades que ofrece un motorhome o una casa rodante favorece a que los pasajeros se relajen aún más; al punto que algunos aprovechan para recostarse en la cama, mientras que otros juegan cartas en la sala de estar.
Al tratarse de una mini casa sobre ruedas tampoco hay que olvidarse los elementos sueltos, como teléfonos, notebooks, vasos, utensillos, termos, etc, que al momento de una desaceleración brusca salen despedidos como proyectiles.
En todos los casos, ante un impacto, cada persona u objeto multiplica su peso. En este en particular, la energía cinética se eleva llegado incluso a arrancar algunas estructuras del motorhome.
Choque a 40 km/h, resultados escalofriantes
La Organización de Consumidores y Usuarios de España (OCU) junto a otras asociaciones realizaron una prueba de choque para demostrar lo peligroso que puede resultar una situación de descuido.
El informe de la prueba dictaminó que los niños que no llevaban el cinturón de seguridad sufrieron heridas mortales.
La prueba fue armada con cinco ocupantes: dos adultos ubicados en la plaza delantera (con el cinturón colocado), una adolescente en la sala de estar y dos niños de 6 y 3 años (ninguno con el cinturón), acostados en la cama ubicada en el sector posterior del vehículo.
A primera vista, el choque a 40 km/h contra un bloque de hormigón no parece ser tan grave, pero solo basta con ver las imágenes tomadas desde del interior para darse cuenta lo grave que resulta viajar sin cinturón y con elementos sueltos en el habitáculo.
Una de las conclusiones es que las autocaravanas puestas a prueba tienen una zona de deformación relativamente corta en relación con su peso, por lo que los pasajeros delanteros tienen un riesgo muy alto de morir o sufrir lesiones graves. Mientras que los niños sin cinturón sufren la misma suerte.
«Todos los que viajan en el automóvil corren un alto riesgo de sufrir lesiones graves a causa de los accesorios que se suelten durante el choque», explica el organismo.
Fuente:
Clarín
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