Varios especialistas coincidieron en la necesidad de adoptar esos cuidados. También se desaconseja hablar en las filas de los supermercados.
Argentina atraviesa la segunda ola de COVID-19, que en los últimos días arrojó varios nuevos récords de contagios y fallecimientos, y en medio del complejo panorama, especialistas hicieron consejos para reducir el riesgo de contraer la enfermedad.
Andrea Pineda Rojas, investigadora del Conicet, explicó: «En primer lugar siempre es importante el uso de tapaboca, doble o triple capa, cubriendo nariz, boca y mentón con buen ajuste para que el aire siempre ingrese y salga a través del barbijo; esto es clave, más ahora con las nuevas variantes de coronavirus, que son más contagiosas«.
Acto seguido se refirió a cómo manejarse en el transporte público, uno de los principales focos de contagio: «Un tema clave es no hablar, ni con alguien que está al lado, ni por teléfono, ni mandar mensajes de audio. Porque cuando hablamos emitimos muchísimos más aerosoles (pequeñas gotitas microscópicas) que cuando solo respiramos y esto, que parece una pavada, es muy importante si pensamos en un espacio como un colectivo donde puede haber hasta 50 personas”. Por eso, entre otras cosas, es importante abrir las ventanas para que haya circulación de aire.
Por su parte, la infectóloga Elena Obieta destacó que “cuando se habla, se estornuda, se ríe o se toce se emiten más gotitas que cuando se está callado, entonces hay conductas que debemos tratar de incorporar cuando compartimos espacios cerrados con otras personas”.
«Tampoco hay que comer o beber; parecen cosas pequeñas pero son hábitos que en la medida que se vayan incorporando pueden ir reduciendo la transmisión”, afirmó Obieta, integrante de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI) y Jefa del Servicio de Enfermedades Transmisibles y Emergentes de la Municipalidad de San Isidro.
La recomendación de silencio en el transporte público fue emitida por sociedades científicas y entes reguladores de transporte de todo el mundo; la primera fue de Japón, cuyo hábito es previo a la pandemia así como el uso de barbijos, pero también se recomendó en Barcelona (España) y Francia, entre otros.