Además de prevenir la transmisión por gota o superficies, se debe evitar la propagación por los aerosoles, pequeñas partículas que pueden ser respiradas por otros. Claves para disminuir el riesgo.
Qué es la ventilación cruzada
Para mejorar el aire en ambientes cerrados, el Ministerio de Salud, en conjunto con el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación lanzaron la “Campaña Ventilar”, con el objetivo de disminuir el riesgo de transmisión por aerosoles.
La recomendación para espacios cerrados es que la ventilación sea constante, pero también cruzada para que el aire circule. Es decir, abrir puertas y ventanas de manera continua para que se genera un flujo de aire permanente (la clásica ‘corriente de aire’) sin que se acumulen partículas, por lo que es mejor que una apertura intermitente.
“Tenemos la desventaja de que al virus no lo podemos ver. Pero la ventilación para evitar que se concentren los aerosoles es comparable a cuando se cocina un bife o se fuma en un ambiente cerrado y se abren las ventanas para que se vaya el olor y el humo. Así, se deja circular el aire para que las partículas se vayan”, destacó Aliaga.
Hoy se conoce un indicador para medir el aire que respiramos: la concentración de dióxido de carbono (C02). A mayor concentración de ese gas, que expulsamos al respirar, peor es la ventilación del lugar. Por ejemplo el aire de exteriores, que no fue respirado por nadie, contiene 412 partículas por millón de CO2 de media. Mientras que en un auto, esa concentración se dispara, ya que un porcentaje de lo que se respira, puede ser exhalado por otro pasajero.
“En un auto, la situación ideal sería abrir al menos unos 3 centímetros la ventana derecha de adelante y la de izquierda de atrás, porque con la circulación diagonal se disminuyen las chances de que una persona respire el aire de la otra. A la vez, una ventaja de los vehículos es que al estar en movimiento, el aire corre por sí solo y no se debe generar la corriente como en un ambiente cerrado”, remarcó el físico.
A su vez, aclaró: “El CO2 no contagia, el que contagia es el virus. Al CO2 lo emanamos a respirar y lo que debemos evitar es respirar la menor cantidad del aire del otro posible”.
Las medidas de prevención contra el COVID-19 en el transporte público
¿Qué ocurre con el transporte terrestre y aéreo?
Colectivos. La sugerencia para evitar la transmisión por aerosoles es abrir como mínimo una ventanilla en la parte de adelante y otra en la parte de atrás, de lados opuestos. Esta recomendación se suman a las ya clásicas emitidas a principio de la pandemia para la transmisión por gotas o por superficies contaminadas, como esperar a la siguiente unidad si viaja mucha gente, usar tapabocas, mantener la distancia y toser o estornudar con el pliegue del codo e higienizarse las manos con alcohol en gel.
“Además de evitarse que los pasajeros estén muy próximos, se debe mantener la ventilación constante y cruzada e instruir a la población para que se garantice esta ventilación. Así disminuimos las chances de que se respire el aire de otros, más cuando el colectivo está en movimiento”, remarcó Aliaga.
Subtes. Una pregunta frecuente es que, al circular bajo tierra, existe más chances de contagio en este medio de transporte frente a otros. De acuerdo con Aliaga, “en los subtes entra más la cuestión de la ‘calidad del aire, como por ejemplo la presencia de hollín, lo que no tiene que ver con los contagios de Covid-19”.
“Es decir, en los subtes en movimiento se deben mantener las ventanas abiertas y además suelen haber rejillas por la que el aire escapa. Pero si pensamos en las estaciones, por más que sean lugares cerrados, debemos tener en cuenta que son altos y amplios. Y el riesgo es mayor cuando los ambientes son pequeños”, agregó el experto.
Aviones. Aliaga remarcó que el único momento en el que se teme un contagio de Covid-19 es en el momento del embarque, cuando aún no se comienza a presurizar la nave ni empiezan a actuar los filtros. A la vez, puede jugar en contra la proximidad del pasajero, pero no la calidad del aire.
Posibles soluciones
En países como España, “se usan medidores de CO2 en el transporte público, que no son complejos como los que se emplean para cambio climático, sino que tan solo miden la concentración de CO2 en el aire y si es similar a la del aire exterior, eso remite a que el aire es seguro”, citó Aliaga.
Mientras tanto, las recomendaciones de la Campaña Ventilar recomiendan para ambientes cerrados utilizar “ventiladores que incrementen la velocidad de intercambio del aire interior-exterior con ventanas y/o puertas abiertas”.
A nivel vehículos, Aliaga remarcó que se permiten los aires de los autos o los antiguos, que permiten intercambio con el aire exterior. Sin embargo no es conveniente el uso de los equipos Split (que mantienen el aire del ambiente cerrado) y, si se usan, siempre deben encenderse con ventanas y puertas abiertas.
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