El vicepresidente de AETAT, Jorge Berreta, volvió a trazar un duro panorama financiero para el transporte público de pasajeros. La discriminación de la Nación en el reparto de los subsidios profundiza la crisis en el interior.
Como si fuera un paciente que viene siendo tratado en terapia intensiva, el empresario Jorge Berreta, manifestó que al servicio de transporte público de la provincia “se nos está terminando el oxígeno” y en ese sentido planteó que “estamos al borde del colapso total”.
El vicepresidente de la Asociación de Empresarios del Transporte Automotor de Tucumán (AETAT), insistió con la necesidad de terminar con las asimetrías que existe en el reparto de los subsidios nacionales con el AMBA en detrimento de la actividad en Tucumán y en el resto del interior del país. Citó como ejemplo que en dos meses, el gobierno nacional destinó subsidios para Buenos Aires por 22 mil millones de pesos, lo que equivale a todo lo que reparte en un año al resto de las provincias argentinas.
Berreta sostuvo que lograron sortear los meses de enero y febrero gracias a un préstamo de 300 millones de pesos que le otorgó el gobierno provincial y que comenzarán a devolver desde marzo, en cuotas de 50 millones de pesos que serán descontados de los subsidios provinciales que mes a mes reciben para sostener la actividad. Por esa razón, Berreta anticipó que desde marzo las empresas dispondrán solamente de 31 millones de pesos de los 81 millones de pesos, por lo que avizora nuevas complicaciones para poder cumplir con las planillas salariales de los choferes.
El empresario admitió que siente algo angustiado y frustrado porque no están siendo escuchados por las autoridades nacionales, y la discrimación en el reparto de los fondos por compensación tarifaria profundizan la crisis del transporte público en el interior del país.