El aporte que realizó Quinquela Martín al Barrio de La Boca a lo largo de la historia fue GIGANTE. Tanto que no solo le aportó cultura, arte, donaciones y tantas cosas más.
También estuvo relacionado al transporte, y esta vez no hablamos de los barcos y del trabajo en el puerto que plasmaba en los lienzos.
Nos referimos al transporte público de pasajeros, más precisamente a los trolebuses.
El 22 de julio de 1951 llegó el primer trolebús a la Vuelta de Rocha. El acontecimiento significaba un gran avance para agilizar la vinculación entre el puerto y el centro de la ciudad. El acto inaugural estuvo presidido por Quinquela Martín, principal impulsor de la iniciativa.
Una vez más, vemos al gran artista boquense plenamente involucrado en el desarrollo de la zona. (Archivo Museo Benito Quinquela Martín)
El Trolebus WESTRAM Colorido de TBA
El trolebus Westram (Interno 5026) fue pintado por el célebre Quinquela. Pertenecía a la Línea “A”, luego llamada “302”, y hoy, ómnibus “Línea 152 – La Tandilense”.
En este video del Archivo Histórico RTA (Archivo Prisma) / Colección AGN se puede ver la Ciudad de Buenos Aires, su arquitectura, transporte y varios colectivos. Además aparece el Trolebus Westram colorido de lo que es la actual Línea 152 (Interno 5026) circulando por la Avenida Santa Fe.
Un fanático recreó sobre un autobus GM de la coleción Salvat el modelo colorido del Westram y lo convirtió en trolebus.
Los ómnibus continuaron en servicio muchos años y, según la info aportada por lectores, fueron repintados de plateado en su última etapa en servicio hasta su desguace. Desgraciadamente no se conservaron estas unidades, que podrían haber sido unas tres en total de similares características.
Sobre Quinquela
Los colores que le dieron vida a La Boca y a su casa
El lugar que Quinquela habitó los últimos treinta años de su vida, edificada sobre el museo al que dedicó sus más altos sueños. El arte y la vida cotidiana se entretejen en este espacio pensado para dialogar con el paisaje cultural al que se asoma. Pueden visitarse todos los ambientes domésticos, como cocina, cuarto de baño, dormitorio, escritorio y salón comedor, donde el artista desarrollaba su vida social.
No solo sus cuadros eran coloridos y reflejaban la vida del puerto y de su querido Barrio de La Boca. Su casa mantenía la misma estética y alegría.
Contiene el mobiliario original que ha sido intervenido por Quinquela con sus colores preferidos, instrumentos de taller que utilizaba para crear sus obras y gran parte de las pinturas de su autoría que el museo atesora. Las mismas están organizadas en tres núcleos temáticos: El puerto y el trabajo, El fuego y Cementerio de barcos.
Una muerte colorida
Los restos de Benito Quinquela Martín fueron enterrados en un ataúd fabricado por él, años antes, porque decía «que quien vivió rodeado de color no puede ser enterrado en una caja lisa». Sobre la madera que conformaba el ataúd estaba pintado una escena del puerto de La Boca.
Benito Quinquela Martín tuvo una vida muy dura de esfuerzo, de trabajo. Aun cuando se dedicó al arte, nunca dejó de sentirse un trabajador más y nunca le quitó el cuerpo al esfuerzo que demandó, durante toda su vida, el arte.
Falleció el 28 de enero de 1977.