La policía surcoreana movilizó el sábado cientos de autobuses para detener cualquier manifestación política en la capital, Seúl, con las autoridades decididas a evitar que otro grupo de nuevos casos de coronavirus emerja de una protesta.
Corea del Sur se ha presentado como una historia de éxito en la mitigación del coronavirus, pero vio un brote de más de 1.800 infecciones vinculadas a una iglesia y una gran manifestación antigubernamental en agosto.
La propagación del virus se ha ralentizado en las últimas semanas, pero el gobierno ha prohibido más de 100 manifestaciones previstas para el Día Nacional de la Fundación del sábado, advirtiendo de un castigo estricto por cualquier protesta ilegal.
La policía estacionó los autobuses a lo largo de las principales avenidas y alrededor de una plaza central de Seúl para sellarlos. También establecieron unos 90 puntos de control para evitar que los vehículos llevaran a los manifestantes mientras el metro no se detuvo en varias estaciones en los lugares de protesta.
La medida generó cierto escepticismo, y los legisladores de la oposición calificaron el cierre de la plaza como una «respuesta excesiva» destinada a silenciar las voces críticas del gobierno.
Un grupo de ciudadanos que participó en la protesta de agosto emitió un comunicado acusando al gobierno de violar la libertad de expresión y el derecho de reunión de las personas.
El gobierno no respondió a las críticas, pero había dicho antes que tomaría medidas severas para controlar la pandemia. La policía dijo que la medida era necesaria para prevenir posibles fuentes de propagación del virus.
La Agencia de Prevención y Control de Enfermedades de Corea (KDCA) informó 75 nuevas infecciones para la medianoche del viernes, un tercer día de aumentos de dos dígitos, lo que eleva el recuento nacional a 24.027 casos, con 420 muertes.
El gobierno había suavizado algunas reglas de distanciamiento social después de que los nuevos casos bajaran, pero impuso medidas especiales para el festival de la cosecha coreana de Chuseok, que comenzó el miércoles.
Las reglas incluyen prohibir las comidas en las áreas de descanso de las autopistas y las visitas a hogares de ancianos y requerir controles de temperatura en todas las estaciones.
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Foto principal: Los peatones pasan junto a los autobuses de la policía que están estacionados alrededor de la plaza Gwanghwamun para evitar protestas inesperadas contra el gobierno en medio de la pandemia de la enfermedad del coronavirus (COVID-19) en el centro de Seúl, Corea del Sur, el 3 de octubre de 2020. REUTERS
