Los sistemas de seguridad en micros de larga distancia avanzaron mucho durante los últimos años. Ahora poseen control de tracción, sistemas de frenado y chasis más seguros que hacen que los modelos doble piso sean más estables. Por otra parte, las velocidades, si las comparamos con las que se utilizaban hace 50 años atrás cambiaron.
Los micros de larga distancia en la actualidad están limitados a 90 km/h pero los vuelcos no solo están dados por la velocidad (o el exceso de velocidad) sino también al estado de las rutas y banquinas y a las malas maniobras de terceros, lo que puede generar un «volantazo» de un micro a una baja velocidad y desestabilizarlo.
Desde hace muchos años, las pruebas de estabilidad se realizan en los ómnibus doble piso, es el caso de Reino Unido, que con un «sistema de agujas como un reloj», medían el grado de inclinación máximo de un ómnibus antes de que vuelque en 1949. Esta prueba se realizaba en un campo seguro con la unidad asegurada para que nadie corra riesgo de vida.
La prueba en video
También hay en color
En la actualidad, después de 60 años, las pruebas se siguen realizando de una forma similar pero con equipamiento más moderno.
El INTI y sus ensayos de estabilidad en micros de larga distancia de dos pisos, que superan los 3,8 metros de alto en el año 2009.
La carrocería Niccoló y sus ensayos de estabilidad en el año 2015
La tecnología cambio, pero la forma de hacer los ensayos es muy similar. Por otro lado, la estabilidad de un micro no solo depende de como está fabricado, sino también del estado de la ruta o camino, velocidades al tomar por ejemplo una curva o una maniobra en un momento puntual de su recorrido que pueda ocasionar que la unidad vuelque.
Fuente:
INTI
British Pathe