El dispositivo podría emplearse al inicio de cada recorrido. Aseguran que es de fácil aplicación y efectivo para inactivar virus.
Científicos del Ipatec, junto a personal de Invap, diseñaron una mochila para desinfectar el transporte público, a través de lámparas UV-C. Este mecanismo permitiría inactivar el virus en tiempos de pandemia.
El dispositivo podría emplearse cada vez que los colectivos inicien los recorridos. Por eso, se pensó como una mochila individual de fácil manipulación.
“Permite desinfectar el transporte público de pasajeros y otros espacios cerrados con gran afluencia de público. Está basado en el sistema de radicación con luz ultravioleta -el rango de luz UV-C- que inactiva microgérmenes en general”, sintetizó Diego Libkind, director del Ipatec, que depende del Conicet y la Universidad Nacional del Comahue.
El equipo hizo todo tipo de cálculos para que la mochila pueda ser cargada por una persona.
“El UV-C –detallaron- es un tipo de radiación. Las partículas del virus que son golpeados por los fotones de esta radiación van a sufrir mutaciones que no le van a permitir reproducirse en el momento de la infección”.
Luis Juanico y Martín Ducos, otros miembros del Ipatec, advirtieron que quien utilice el dispositivo para desinfectar las unidades, “debe cubrirse los ojos y la piel pero es algo que se puede resolver fácilmente con unos lentes o gafas de vidrio y cubrirse todo el cuerpo con vestimenta y guantes”.
Los diseñadores destacaron las ventajas de este método en relación a los químicos. “Los tiempos de aplicación son más cortos. Con este dispositivo en la espalda, la persona camina y hace una desinfección eficiente de todas las superficies”, señaló Libkind y agregó que “los productos químicos, como la lavandina, deben mantenerse en contacto con las superficies durante bastante tiempo y secarse correctamente para que no produzca complicaciones”.
La radiación UV-C se emplea desde hace tiempo para desinfección y esterilización de elementos y superficies porque elimina virus, bacterias y hongos. “Es dañina para el ser humano si toma contacto con los ojos y la piel. Pero basta con que la persona que haga el tratamiento con la mochila debe estar cubierta. Y se debe aplicar cuando las unidades están vacías”, aseguró Libkind.
El prototipo ya se está fabricando junto con los ingenieros Pablo Weder, Martín Brizuela, Emiliano Rubbi, Sandra Matzkin y el diseñador Martín Romero, de Invap, que también se sumaron en el diseño.
“Se solicitaron fondos a través del Ministerio de Ciencia y Tecnología para desarrollar, al menos, dos o tres unidades y validarlas en situaciones reales. Los costos no son elevados. Lo más complejo es conseguir las lámparas UV-C que son importadas y no hay stock”, enfatizó Libkind.
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