El Gobierno nacional le debe a las petroleras esa cifra por el gasoil que les venden a las compañías de transporte a un precio menor, y cuyo diferencial debe cubrir el Estado.
Los choferes de colectivos, nucleados en la Unión Tranviaria Automotor (UTA), respondieron anunciando un paro por 24 horas, que no llegó a completar el día de duración porque aparecieron los fondos atrasados.
Pero otra deuda sacude los cimientos del sistema de transporte de colectivos: son aproximadamente 5.000 millones de pesos que la Nación le debe a las petroleras por el gasoil que aquellas les venden a las compañías de transporte a un precio menor, y cuyo diferencial debe ser cubierto por el Estado.
Según fuentes al tanto de la situación, a las petroleras se les adeudan pagos desde septiembre del año pasado.
El principal acreedor es YPF, pero la deuda alcanza también a Shell, Axion y Puma, que en conjunto entregan 43 millones de litros mensuales para que los colectivos puedan circular.
El esquema de subsidio a través de las petroleras es que ellas les cobran el precio del gasoil a las transportistas con un descuento de 20 pesos por litro, valor que debe ser abonado por el Estado. Unos 860 millones de pesos por mes debería destinar la Nación para subsidiar el costo del gasoil, pero los pagos no se hacen y la deuda se sigue acumulando.