Por Ignacio Martín
Durante muchos años, la implementación de las cabinas antivandálicas para los choferes en los colectivos fue un tema «caliente» en los medios por la inseguridad y las reiteradas agresiones a los trabajadores.
Cada vez que sucede un hecho de inseguridad contra un chofer, el tema vuelve a aparecer en los medios de comunicación pero su implementación no avanza. Solamente aparecieron cámaras de seguridad y botones antipánico pero eso no alcanza.
Los costos de su fabricación e implementación son una de las barreras que impiden que los choferes puedan realizar su trabajo de forma tranquila sin estar pensando que en cualquier parada o parte del recorrido pueden sufrir una agresión.
Se podría pensar en un modelo estándar que se adapte a todas las carrocerías de la misma manera. De esta forma, bajarían los costos de su fabricación y podrían reutilizarse cuando un colectivo cumple su antigüedad máxima para circular colocándosela a uno 0 km nuevamente.
Algunas carrocerías comenzaron a diseñar «cabinas» para los choferes pero solamente cubren la parte trasera y se le añade una pequeña «puertita» que los separa de los pasajeros cuando se disponen a pagar con la tarjeta SUBE.
Ugarte y Alasa fueron «pioneros» en implementar «semi-cabinas». Nuovobus es el único que en la actualidad (Desde 2016) diseñó algo más moderno en sus unidades (Modelo Menghi) aunque es «opcional» y no de serie.
En otras partes del mundo como España, los autobuses poseen en su mayoría cabinas separadas por un vidrio para proteger al chofer.
Pandemia y ¿Avance en seguridad?
Con la aparición del Coronavirus y la Pandemia en todo el mundo, muchos choferes y empresas comenzaron a colocar en sus unidades una especie de ule (plástico transparente) como cortina de ducha, para evitar el contacto con pasajeros y de esa manera protegerse del virus.
Con motivo de proteger a conductoras y usuarios del contagio, instalamos en nuestras unidades una cabina plástica que permite la interacción con los pasajeros sin perder visibilidad y audición. pic.twitter.com/LMJeY2yFda
— TAMSE (@tamsecba) March 23, 2020
El «sistema casero e improvisado» funciona bien ya que impide que el virus pueda llegar al chofer y además permite la visualización a través del plástico, lo cual no pone en peligro la conducción de la unidad quitando visibilidad.
¿Será este el momento de probar, repensar y finalmente instalar las cabinas antivandálicas en los colectivos?