Adam Collier-Woods es un carpintero de 42 años de Bighton, en Reino Unido, que ha decidido dejar de esperar a que sus sueños se hagan realidad y empezar a «construirlos» él mismo. También es padre de una adolescente de 12 años, Devan, con quien comparte una pasión: surfear las olas de las playas del país. ¿Su sueño? Convertir un autobús en una casa móvil para poder viajar.
Primero, decidió fijar un presupuesto de 10.000£ para la compra del autobús y la transformación que iba a realizar sobre él. Es cierto que el autobús todavía circulaba perfectamente, ya que hacía poco tiempo que había sido retirado, pero tendría que hacer muchos cambios a nivel de estructura para convertirlo en un espacio habitable. Tampoco sería fácil encontrar los materiales necesarios y asequibles para ello, pero este carpintero no paró de trabajar hasta terminar su sueño.
Collier empezó por quitar los 42 asientos, pero al ir a comprobar con qué tipo de aislamiento contaba se dio cuenta de que no tenía ninguno. Esto sería el principio de un largo camino de remodelación. Tras haber cubierto todas las superficies con láminas de aislamiento, comenzó a perforar las vigas para reforzar la estructura. Tuvo que tener en cuenta también cómo distribuir el espacio y el peso para no cargar en exceso el segundo piso.
Todo este trabajo lo ha realizado solo, porque, tal y como él dijo en una entrevista para Amazing Spaces, quería hacerlo bien y sabía que tenía la habilidad necesaria para conseguir hacerlo solo. Además, era su proyecto y no podía pedirle a nadie que tuviera su mismo nivel de entusiasmo.
El resultado final de tanto trabajo
El comedor
Para los bancos del comedor usó espuma esponjosa y la forró de verde brillante. Cuando no están usando la mesa, se pliega, ofreciendo más espacio.
Por mantener algo del propio autobús, Adam dejó la señal donde dice «cuidado con la cabeza», la capacidad de ambas plantas para pasajeros tanto sentados como de pie y los espejos que utilizaba el conductor.
La cocina
Como hemos dicho con anterioridad, tuvo que pensar cómo distribuiría las distintas estancias para mantener el peso repartido y finalmente hizo la cocina entre la zona del conductor y el comedor.
Simplemente la compra del autobús le costó la mitad de su presupuesto, por lo que se dio cuenta de que tendría que aumentar la cantidad de dinero que tenía prevista si quería cumplir su sueño de tener una cocina bonita y completamente funcional.
Empeñado en mantener los gastos al mínimo, encontró una pequeña y barata cocina muy completa y con mucho espacio de almacenamiento. Collier asegura que la parte más cara de toda la cocina fue la encimera. El resultado final es una cocina más grande que la de su propia casa, según sus palabras.
La habitación favorita de Adam: la sala de descanso
Pasando la cocina se encuentran unas escaleras para ascender al segundo piso. Justo encima de la cabina del conductor ha instalado una sala de descanso. Collier afirma que esta es su habitación favorita porque ya era su espacio favorito cuando era un niño, sentado lo más delante que se podía, viendo lo mismo que veía el conductor y observando al mismo a través de un espejo.
Las habitaciones
En cuanto a las habitaciones, Collier ha conseguido distribuir el espacio en la planta superior de tal manera que hasta 6 personas pueden dormir en su autobús. Las habitaciones las hizo pensando en que entrara luz natural y aprovechando al máximo el espacio disponible, por eso las camas están sobre un canapé, donde pueden guardar ropa y demás objetos.
En el pasillo que lleva a las habitaciones se encuentra lo que Adam llama el «orgullo y felicidad» de su proyecto: la puerta corredera de su habitación se desliza suavemente y queda completamente alineada con el resto de la pared, haciéndose prácticamente invisible cuando está cerrada.
El cuarto de baño
El cuarto de baño aún está por terminar por falta de presupuesto, pero la creatividad de Adam no encuentra límites y por eso ha instalado una ducha fuera el autobús.
¿Han sido suficientes las 10.000£ que fijó de presupuesto?
Por desgracia no. Tras seis meses de duro e incansable trabajo, entre la compra del autobús, la remodelación completa y la pintura verde brillante, el gasto total ha ascendido a 15.000£, precio que aun así es mucho más económico que comprar una segunda casa.
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