Comenzaron a operar a fines de octubre de 2018 con escasos 20 vehículos. Destacan el crecimiento sostenido de las plataformas y la demanda constante de sus servicios.
Desde su desembarco en la provincia hace cuatro meses, Uber y Cabify intentan convertirse en un atractivo para los mendocinos. A fines de octubre, estas plataformas operaban con poco menos de 20 vehículos en la provincia y hoy superan los 200.
En diálogo con El Sol, el secretario de Servicios Públicos Natalio Mema destacó que las plataformas “vienen creciendo a un ritmo sostenido” en la provincia.
Hasta mediados de febrero, son 224 los vehículos que están en circulación en Mendoza. Sobre ese total, 157 choferes pertenecen a Uber y 67 a Cabify.
“Es un ritmo que va avanzando acorde con la reglamentación y es un servicio que empieza ya a tener alguna solución de regularidad y continuidad”, explicó Mema en referencia al avance de las plataformas en la provincia.
La voz de los choferes
Martín trabajaba en una distribuidora y decidió cambiar de actividad con el arribo de estas empresas a Mendoza. “Estoy súper contento, ganando mejor que en el rubro que estaba antes. Ahora me dedico exclusivamente a conducir Uber”, relató.
Detalló que, manejando 8 horas diarias, se puede ganar alrededor de $40 mil por mes, aunque “hay que restar combustible y aportes».
Por su parte, Jorge continúa desarrollando su actividad, aunque el fuerte de la misma es en el invierno. “El 2018 fue duro para todos y por eso tuve que salir a buscar otra alternativa de ingreso. Es muy rentable, pero hay que laburar y meterle horas”, destacó y añadió que diariamente conduce entre 10 y 12 horas (el máximo permitido por Uber).
En un primer momento, sólo en Uber era más de 11 mil los inscriptos para participar. Pero esa cifra bajó abruptamente a medida que las personas debían pasar los filtros de los requerimientos de las empresas, lo que finalmente se traduce en las unidades que actualmente están en las calles.
Con respecto a esto, el secretario de Servicios Públicos detalló que las empresas “realizaron una preinscripción donde no necesariamente tenías que tener un auto, o uno con las condiciones que pedía la ley y luego, a medida que fueron avanzando en las sucesivas etapas, eso va cayendo”.
“Las condiciones dependen de cada una de las empresas. Sin embargo, el hecho de que el auto tenga menos de cinco años de antigüedad es un escollo”, detalló el funcionario.
En ese sentido agregó que se adecuaron todos los procedimientos administrativos para la preinscripción a las plataformas. “Los digitalizamos, hemos agilizado todos los procesos pero sin dejar de hacer los controles que tenemos que hacer”, sostuvo.
En referencia a los requerimientos para comenzar a trabajar desde la Secretaría de Servicios Públicos, los conductores de Uber los consideraron “bastante sencillos”.
Sin embargo, Martín detalló que el principal inconveniente no lo presenta el Gobierno, sino Uber: “No puedo poner un chofer. Eso haría que los coches estén más en la calle, pero la empresa no lo permite”, relató.
Demanda constante
Los servicios de las plataformas digitales son cada vez más requeridos. De hecho, muchos usuarios deben reintentar la solicitud en varias oportunidades ya que es bastante usual que no figure disponibilidad de coches.
“La demanda sigue creciendo mucho porque cada vez la gente lo utiliza más. Está bueno, es barato, tenés cinturón de seguridad, aire y los chicos son amables… Cada vez se pasa más la bola en la gente pero faltan los coches”, enfatizó Martín.
La plataforma “no te deja minutos muertos, te permite agarrar un viaje y ponerlo en espera”, añadió Jorge.
Con respecto a las expectativas para los próximos meses, Martín destacó: “Me gustaría que la gente esté más conforme, porque están contentos con el servicio pero se quejan porque les cuesta mucho conseguirlo”.
El temor de los taxistas
Con el anuncio de la llegada de las plataformas a la provincia, el sector vinculado a taxis y remises rechazó la iniciativa enérgicamente por temor a la pérdida de puestos de trabajo. Sin embargo, hasta el momento esto no afectó la actividad.
“Realmente no nos afectó el trabajo. Lo que nos quita mucho laburo son los taxis truchos, eso sí, pero no Uber o Cabify”, explicó Mariano Muñoz, propietario de taxis.
En ese sentido puntualizó: “No nos ha afectado porque la gente creía una cosa y terminó viendo otra. Acá son legales, a diferencia de Buenos Aires. Entonces tienen que cumplir una serie de requerimientos, como tener carnet profesional, la revisión técnica y pagar impuestos, entre otras cosas, y todo eso tiene un costo”.
Además el propietario de taxis destacó que muchos de los que aspiraban a trabajar en las plataformas creían que se trataba de una “escapada laboral”, pero en realidad “es una inversión a la que tenés que dedicarle horas. No es por momentos y en ocasiones donde necesitás plata, vas te logueas, recaudas y después te das de baja”.
Por su parte, Mema hizo hincapié en que lo que terminó ocurriendo fue lo que se le explicó al sector en su momento ya que la mejor forma de cuidar la novedad “era regulándola. Eso nos va dando la pauta de que la intervención del Estado sea la que tenga que ser, para ir teniendo un servicio equilibrado. Hasta acá se ha demostrado que es así, y eso que ha ido creciendo muy fuerte la actividad de las plataformas electrónicas”, concluyó.
Fuente: