Los autobuses eléctricos todavía siguen teniendo cuotas residuales en el mercado. ¿Sería la solución que está desarrollando OppCharge la que incrementaría su desarrollo?
En los últimos años, la movilidad sin emisiones contaminantes se ha pensado para ser incluida en los sucesivos medios de transporte que actualmente circulan por la ciudad. Como es lógico, la transformación comenzó por el parque automovilístico, pero lo cierto es que en los últimos años se ha creído en las motocicletas alternativas y autobuses electrificados.
En relación a este último apartado, una solución muy recurrida ha sido la instalación de los denominados trolebuses, tal y como es el ejemplo de Castellón. No obstante, esta tecnología no evita la eliminación de las emisiones al incluir motorizaciones de combustión interna en aquellos desplazamientos que se salen de recorrido en el que hay infraestructura eléctrica.
Ante esta situación, no son pocas las marcas que están intentando contribuir al sector del transporte colectivo apostando por opciones híbridas y eléctricas. Unidades del primer grupo están comenzándose a ver con una mayor frecuencia en las grandes ciudades, pero lo cierto es que apenas verás alternativas completamente eléctricas.
El problema principal, tal y como podrás imaginar, está relacionado con al recarga de baterías. El kilometraje que permite cada ciclo de recarga continúa estando limitado a unos pocos cientos de kilómetros, lo cual sirve para explicar por qué no están proliferando en la movilidad de origen público. Ahora bien, ¿y si no se hubiese enfocado bien su diseño?
OppCharge, una empresa muy próxima a Volvo, acaba de trazar unas líneas que podrían mejorar significativamente el desarrollo de los autobuses puramente eléctricos. Es cierto que ya existen fabricantes que están produciendo las primeras unidades, pero su demanda sigue siendo insuficiente. Esto nos obliga a pensar que esta nueva solución podría tener recorrido en el mercado.
OppCharge transformará la manera de cargar el autobús eléctrico
¿Cuál sería la diferenciación primordial de esta tecnología? En los últimos años, se ha valorado la recarga de baterías en el lugar de destino. ¿Qué ocurriría si se potenciase la opción de carga durante el funcionamiento de la línea? He aquí el principal motivo por el que esta solución podría tener una futura implementación en el futuro.
Tal y como se puede observar en la imagen anterior, la carga se realizaría a través del techo, lugar en el que habría 2 enganches por los que se transferiría la energía eléctrica. En relación a la estructura, un par de brazos conductores realizarían el proceso de conexión para transmitir electricidad y cargar así las baterías durante un plazo de tiempo más o menos reducido.
Como es lógico, esta tecnología debería ser capaz de contar con una potencia de transmisión elevada. Solo así se podría contar con autonomías que le permitiesen la transferencia de kilometraje como para cumplir con varias horas de ruta. Según las estimaciones que se han publicado en InsideEVs, ya se está trabajando en cargadores de 150 kW a 450 kW.
A modo de contrastar los niveles de potencia que se están valorando en cuanto a cargadores, es importante hacer mención a los que están relacionados con la movilidad. La red Supercharger de Tesla ofrece en la actualidad una potencia máxima de 120 kW, mientras que ya hay automóviles como el inminente Audi etron, que podrán recargar a 140 kW. Como ves, los niveles que está barajando oppCharge serían mucho más imponentes.
Una solución marcada por un cambio de estrategia
La movilidad eléctrica, por supuesto, requiere un periodo de adaptación. El problema principal está relacionado con la necesidad de realizar programaciones que nos permitan descubrir cuándo será el mejor momento para cargar las baterías. OppCharge requerirá que se adecue infraestructura y tiempos de carga para asegurar la tenencia de autonomía suficiente a cada autobús eléctrico.
Gracias a su cercanía con la firma Volvo, en los próximos meses podría comenzar a operar ofreciendo un sistema de recarga de baterías sobre el techo. Para ello, se deberá llegar a acuerdos con los fabricantes con el objetivo que adapten sus sistemas de recarga a esta novedosa solución.
De igual modo, las Administraciones Públicas, principal colectivo que abogará por la inclusión de este tipo de innovaciones, debería ser capaz de actualizar las líneas de ruta a la movilidad sostenible, apostando por recorridos más cortos y con mayores cargas. A modo de no penalizar la cobertura, se debería incluir alguna unidad adicional para contrarrestar el servicio.
Es pronto para ver en tu ciudad una solución del tipo OppCharge. No obstante, la próxima década será un momento clave en cuanto a movilidad sostenible. En este sentido, el transporte público urbano también será capaz de adaptarse a una nueva era en el transporte. Este tipo de soluciones, sin duda, contribuirán a hacer efectiva esta transformación.
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