El gigante tecnológico chino Baidu anunció el 4 de julio que ya ha fabricado 100 unidades de su autobús autónomo, Apolong. El vehículo se convierte así en el primer vehículo eléctrico y autónomo de su clase que se fabrica en masa.
En palabras del presidente de la compañía, Robin Li, «2018 se convierte en el primer año en el que la conducción autónoma comienza a comercializarse». Para Li, la simbólica cifra de 100 unidades fabricadas demuestra que la industria se va abriendo paso.
De ensamblar el Apolong se encarga la empresa china King Long. Baidu se limita a incorporar su tecnología de conducción autónoma Apollo, de código abierto y por ahora en su versión 3.0.
En la plataforma colaboran 116 empresas tecnológicas y automotrices y 10.000 desarrolladores, explican en New Atlas.
El Apolong puede transportar a 14 personas y sus responsables llevan enfrascados en el desarrollo desde octubre de 2017. Goza del nivel 4 de conducción autónoma de la Sociedad de Ingenieros de Automoción (SAE), una calificación que implica que el vehículo es capaz de conducir por sí mismo sin la intervención de un humano en ciertas condiciones. Entre los sensores que lo hacen posible hay radares laser y radares de ondas milimétricas para evitar colisiones y cámaras.
El próximo paso es ahora dar el salto a ciudades chinas del tamaño de Pekín empezando por lugares cercados como parques y aeropuertos.
Entre los planes de las compañías para 2019 figura también entrar en el mercado japonés, considerado una de las ‘mecas’ tecnológicas mundiales.
En varios países del mundo se están realizando proyectos de vehículos autónomos, sobre todo con autopiloto. No obstante, en cuanto a los aparatos destinados desde el inicio a funcionar como microbuses, no se habla de llegar a la fase de fabricación masiva, esos proyectos todavía no son igual de populares.
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