Eléctricas cerraron acuerdo para traer 200 máquinas limpias para Transantiago a fin de año. Tendrán 85 asientos, 12 metros de largo y control antievasión.
China, la segunda potencia económica mundial, se enfrentó hace 10 años a un escenario complejo: tenía ciudades con alta contaminación y un tráfico agobiante. A la vez, surgía un interés de los inversionistas por crear una industria automotora más moderna y eligió apostar por la electricidad como energía. Debían rebajar sus emisiones y abrir nuevos mercados.
Así, las empresas de energía internacionales se interesaron por promover este tipo de proyectos en otros países y, en el último año, en Chile. El gobierno actual planteó la meta de implementar “electrocorredores” a fines de 2018 para renovar el Transantiago, donde viaja a diario el 60% de los pasajeros de la capital.
El Ministerio de Transportes coordina desde marzo pasado un modelo para facilitar la compra de vehículos eléctricos a los operadores del sistema. Así, Enel-Distribución ya adquirió 100 buses que estarán en manos de Metbus (que ya tiene dos circulando), del fabricante ByD. También contarán con máquinas de este tipo Vule, con 75 unidades, mientras que STP tendrá 25 buses eléctricos de la marca Yutong. Estos 200 autobuses circularán por las grandes avenidas, como Grecia, Vicuña Mackenna, Alameda y otras arterias claves.
La ministra de Transportes, Gloria Hutt, afirmó que la llegada de estas máquinas “es una señal potente respecto de lo que se busca como visión del transporte hacia el futuro. Apostamos por energías limpias y renovables, que apuntan a mejorar la experiencia de viaje de los usuarios”.
Hutt dijo, además, que los nuevos buses tendrán mayor tecnología, prestaciones como cargadores de teléfonos, Wi-Fi y accesibilidad. También sostuvo que estas unidades no generan emisiones ni tampoco ruidos, elementos relevantes en una cuenca saturada como Santiago.
“Se dará eficiencia al sistema”, explicó Karla Zapata, gerenta de Enel X Chile, proyecto que involucra una inversión que asciende a US$ 30 millones. Zapata contó que las máquinas serán entregadas a modo de leasing -una especie de arriendo con compromiso de compra- a Metbus, entidad que lo pagará en cuotas.
¿Quién financiará esta compra? Las empresas del Transantiago obtendrán recursos a través de un “pago por flota” que hará el Estado, figura que se definió en la última licitación. Las compañías, además de obtener fondos por su operación regular (pago por kilómetro y por pasajero), recibirán un monto extra por los vehículos adquiridos, el que se cancelará, directamente, al proveedor del bus. Estas operaciones se financian con el presupuesto actual del sistema, ya que corresponde a renovaciones de flota programadas por el término de su vida útil.
Aunque aún no se conoce a cuánto ascenderán los recursos de estas compras, los buses de este tipo tienen un costo que asciende a US$ 320 mil y US$ 350 mil en el mercado, al que se suman impuestos.
“Estos buses estarán afectos al sistema y, por contrato, es potestad del ministerio distribuirlos a otras empresas en caso de ser necesario”, añadió Fernando Saka, director del Transporte Público. De esta forma, si una firma no puede seguir operando, se redestinará el material. Además, las concesionarias también sumarán 500 buses Euro VI a comienzos de 2019.
Equipamiento
¿Cómo serán los autobuses que llegarán a la capital? Cristián Pérez, gerente de la firma Yutong, asegura que son similares a los que circulan en China, donde hay 350.000 buses eléctricos en el sistema de transporte público.
Así, Chile será el segundo país con la mayor flota de este tipo a nivel internacional. De ese parque, la compañía fabricó 100 mil unidades. Añade que los vehículos que llegarán al Transantiago correspondientes a esa marca poseen 12 metros de largo, una autonomía de 280 kilómetros y una capacidad para 85 pasajeros. Otro punto solicitado por el Ministerio de Transportes, como parte del plan, es que tuvieran atributos especiales, como una entrada baja, puertos USB en cada asiento, aire acondicionado, cámara de control de pasajeros para combatir la evasión y otros.
En el caso de la firma de origen chino ByD, la vocera de la compañía, Tamara Berríos, indicó que “la fabricación es muy rápida y esperamos tenerlos en el país en noviembre, para estar operando un par de semanas después”. Planteó que con este tipo de unidades existe un ahorro adicional en cuanto a valor de la energía: mientras un kilowatt-hora tiene un precio de $ 70 por kilómetro, un litro de diésel tiene un valor de $ 350.
Un tercio de los vehículos contamina
Un total de 2.547 buses del Transantiago, de una flota de 6.680 unidades, poseen tecnología Euro III, que genera mayores emisiones y es la misma con la que debutó el sistema hace 11 años.
La situación preocupa a la autoridad, porque Santiago es una zona declarada como “saturada” de Material Particulado Fino.
Franco Basso, investigador del Observatorio de Movilidad Urbana de la UDP, dijo que este es un primer paso para limpiar el parque, aunque advierte que “el impacto sobre la contaminación de 200 buses es baja aún, pues se trata de una ciudad con una carga de contaminación mayor”. Pero también destaca que, más allá de la energía con que funcionan, las personas evalúan bien este material rodante, porque da mayor comodidad a los viajeros que pasan horas para llegar a su destino.
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