Winnebago, una reconocida empresa especializada en autocaravanas y roulottes, ha creado un nuevo vehículo-vivienda de cero emisiones, la primera autocaravana eléctrica en llegar al mercado.
Cuando hablamos del cambio hacia los nuevos modos de movilidad eléctricapensamos en autobuses de cero emisiones para el transporte urbano, en coches híbridos y eléctricos para los viajes privados, y en ocasiones hemos incluso llegado a hablar acerca de drones híbridos, aviones y barcos eléctricos, pero hasta ahora nunca habíamos valorado que existe también una necesidad de viajar de forma limpia cuando salimos de vacaciones. Ahora, gracias a Winnebago, una reconocida empresa especializada en autocaravanas y roulottes con sede en Iowa, Estados Unidos, los campistas del país norteamericano podrán acceder a un nuevo vehículo-vivienda de cero emisiones, la primera autocaravana eléctrica en llegar al mercado.
Winnebago ofrece su autocaravana eléctrica en dos versiones según su longitud, de 33 y 38 pies (equivalente a 10 y 11,5 metros), ambas propulsadas por un sistema completamente eléctrico y basadas en el chasis del furgón Ford F53. Sin entrar en grandes detalles acerca de las capacidades técnicas de sus motores eléctricos, las baterías de sodio-níquel emplean una combinación química bastante común que, sin ser tan eficiente y capaz como el ion-litio, permite ofrecer un almacenamiento energético de lo más seguro a bajo coste. Los paquetes de baterías son personalizables según el presupuesto y las necesidades que tenga el usuario, ofreciendo autonomías que van desde las 85 a las 150 millas (137 a 241 kilómetros). Para recuperar la carga deberemos conectar las baterías durante 7-8 horas a una toma de 230 voltios (tipo 2), lo que se antoja más que suficiente si tenemos en cuenta el uso para el que ha sido creado este vehículo recreativo.
Aunque el nivel de autonomía que puede ofrecer la autocaravana eléctrica pueda parecer insuficiente a ojos de muchos, la empresa creadora de este vehículo eléctrico considera que su nivel es óptimo para aquellos campistas que únicamente utilicen el vehículo para desplazarse de un camping a otro. Pero la “RV” eléctrica de Winnebago tiene diversos usos además del vacacional, pues puede servir como clínica médica móvil, taller sobre ruedas, escuela móvil, biblioteca y otro medio centenar de usos para los que no necesitará recorrer más de 50 kilómetros al día.
Otras cualidades de la Winnevago eléctrica residen en el interior completamente configurable, el servicio de geolocalización y seguimiento del vehículo las 24 horas del día, las distintas configuraciones de puertas personalizables e incluso la posibilidad de instalar un sistema elevador para acceder con una silla de ruedas. A pesar de su estética un tanto arcaica, su interior de calidad discutible y sus limitaciones técnicas, especialmente en cuanto a autonomía eléctrica se refiere, Winnebago ha dado el primer paso para convertir el turismo sobre ruedas en otro actor comprometido con la movilidad de cero emisiones. Lo próximo será que el resto de empresas especialistas en “casas sobre ruedas” tomen ejemplo y que sus nuevos modelos incluyan, además de propulsión eléctrica, unos enormes paneles solares en su techo que generen energía limpia.
Fuente:
Híbridos & Eléctricos