Es para los que funcionan con sistema de planillas. En 2017 declararon más kilómetros que los recorridos.
Una de las mayores distorsiones del reparto de subsidios en el transporte tuvo que ver con la falta de control. Al comienzo, las empresas le declaraban al Estado una cifra de kilómetros recorridos que nadie supervisaba. Luego, a través del sistema SUBE y la introducción de GPS, las unidades comenzaron a ser verificadas.
Sin embargo, recién durante el año pasado se realizó un control de auditorías a todos los operadores de transporte. Allí se verificó que las empresas declararon más kilómetros de los que recorrieron. De esa forma, estaban destinadas a obtener mayores subsidios por gasoil del que le correspondía.
Las empresas solían declarar históricamente un recorrido equivalente a 100 millones de kilómetros. Pero una auditoría de la Comisión Nacional de Regulación de Transporte (CNRT) encontró que habían transitado 68 millones de kilómetros (32% menos que lo declarado), por lo que se pudo reducir el subsidio abonado.
Durante el segundo semestre del año pasado, se logró «controlar el 100 % de las empresas que no pueden ser verificadas por el sistema SUBE o por el control mediante GPS», informó la CNRT. De esa forma, hubo un ahorro de $ 126,22 millones en ese semestre. Durante el 2017, el total de ahorro fue de $ 155,8 millones.
Durante los meses de enero y febrero de 2018, el ahorro acumulado mediante el nuevo sistema es de $22,9 millones.
«El cuerpo de inspectores aumentó en un 160% y se planificaron auditorías, de forma tal que pueda cubrirse la totalidad de las empresas que se respaldan únicamente por declaraciones juradas», expresó Pablo Castano, director ejecutivo de la CNRT.
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