Ante la preocupante calidad del aire en el Aburrá, los vehículos eléctricos son una opción.
El motor no ruge, como en un bus a diésel. El único sonido que emite es el ronquido aletargado que provoca la fricción de las llantas contra el pavimento. Sube la vía las Palmas sin problemas, a una velocidad de 60 kilómetros por hora. Cuando otro vehículo se acerca con peligrosidad, emite un sonido chillón que alerta al conductor.
Es un bus eléctrico, un medio de transporte que se abre como posibilidad para una ciudad con serios problemas ambientales como Medellín.
Este autobús fue fabricado por la empresa china Yutong, dedicada a la fabricación de buses de transporte masivo de pasajeros. Para demostrar su potencia, la compañía hizo una prueba de fuego: subir con 100 bultos de arena la vía de Las Palmas. El recorrido, después de hacerlo con la arena, se ha hecho varias veces con pasajeros para mostrar cómo el autobús puede funcionar en la difícil topografía de la ciudad.
Este vehículo, según la empresa, tiene capacidad para subir pendientes de hasta un poco más de 30 por ciento. Sergio Jaramillo, encargado del proyecto eléctrico Yutong, contó que el bus, usando 100 por ciento energía, podría trabajar dos días en las ciudad con una sola carga. “Las ventajas de este carro es que no consume ningún tipo de combustible.
La duración de la batería depende del recorrido y la topografía de la ruta. Más o menos, tiene una autonomía de entre 350 y 400 kilómetros de recorrido. Un bus urbano como el metroplús opera entre 200 a 250 kilómetros diarios. Básicamente, con esto, tenemos que este bus podría trabajar dos días seguidos con una carga”, explicó Jaramillo.
La empresa Yutong empezó a fabricar buses de energía nueva, como ellos llaman a los buses que funcionan con energía eléctrica, desde el año 1999. Ahora quieren entrar al mercado colombiano con este autobús, que mide 12 metros de largo y tiene una capacidad para 80 pasajeros, 43 de ellos sentados. La capacidad se puede aumentar según la forma en que se configure el interior del vehículo. Redistribuyendo los espacios podrían acomodarse 120 personas dentro de él.
El modelo está listo para salir al mercado. Estos vehículos, según contó la empresa, han sido utilizados en países de América Latina como Chile y Cuba.
Además, son ideales para una ciudad con problemas ambientales tan serios como Medellín. Eugenio Prieto, director del Área Metropolitana, advirtió el pasado miércoles, en sesión plenaria del concejo de Medellín, que el 80 por ciento de las partículas contaminantes PM 2,5, las más perjudiciales para la salud por su pequeño tamaño, son producidas por fuentes móviles (vehículos). De ese porcentaje, el 10 por ciento son emitidos por autobuses.
En este momento, la renovación de vehículos del sistema de transporte público de la ciudad está en un 35 por ciento, según expresó, en días pasados, el alcalde de Medellín. La meta a 2019 es llegar al 70 por ciento. Con una renovación a esas proporciones, la calidad del aire podría mejorar considerablemente, teniendo en cuenta que son los buses viejos los que más emiten gases contaminantes.
Darío Montoya, transportador y experto en transporte público de la ciudad, cree que para poder implementar buses eléctricos es necesario un esfuerzo conjunto entre el sector público y privado.
Esto se debe a que, mientras un bus corriente puede costar entre 240 y 250 millones de pesos, un bus eléctrico podría estar entre los 1.000 y 1.200 millones. “Una manera de viabilizar un proyecto de estos es que se nos cobre a quienes contaminemos con el carro particular, como peajes eléctricos en zonas de alto tráfico. Esta plata podría ir a financiar proyectos eléctricos. Es decir, que el que contamine ayude a financiar estos proyectos de electricidad”, opinó Montoya.
Fuente: